Los Increíbles 2

14 años. 14 años hemos tenido que esperar, para que estos pedazos de trozos de carne llena de magia e ilusión, nos devolvieran a la gran pantalla, una de las mejores películas de animación del siglo, de la historia, y de la unión Disney/Pixar. Tengo leves y vagos recuerdos de lo que fue mi primer preestreno de un film, y desgraciadamente no recuerdo como disfrute a lo grande de esta estupenda cinta, ya que yo solo era un pre-adolescente de 9 años, y lo único que guarda en la memoria tu cabeza, es el sentimiento. Y os aseguro que después de haber visto 5 veces esa peli que marco época, y esta que hoy os estoy relatando, no hay ninguna duda, que dentro de 14 años más, la seguiré recordando, como una experiencia inolvidable.

Por estas películas Disney es la mayor empresa cinematográfica del mundo entero. Deja de leer esta crítica ahora mismo, dirígete a tu cine más próximo, compra una entrada para ver este film, y te aseguro, te prometo, que será una de las mejores decisiones que habrás tomando en toda tu vida. Te proporciona, tengas la edad que tengas, una experiencia inolvidable, excitante, emocionante, divertida y, sobre todo lo demás, increíblemente increíble.

El directorazo de la fantástica primera entrega Brad Bird, nos devuelve a nuestros superhéroes favoritos, con un segundo capítulo, tan insuperable como el primero. Tan espectacular como nada que tus ojos hayan presenciado. Tan entrañable, ameno y entretenidísimo como…como… ¡Como “Los Increíbles 2”!. Una trama que sube, sube y sube y nunca deja que regreses a esa oscura sala, que hace unos momentos era tu mundo real, hasta que las luces se apagaron, y los increíbles hicieron acto de presencia.

Se apodera de tu atención con una amabilidad brutal y preciosa, hasta el último segundo que termina esta aventura familiar, y tus aplausos y llantos de alegría y añoranza, inundan la sala, por poder volver a disfrutar una vez más, de la infinita magia que Disney y Pixar, despliegan en nuestros corazones, con el único objetivo, de hacernos sentir, algo, que no olvidaremos nunca jamás.