Deadpool 2

Descacharrante, emocionante, única, desigual, loca, descarada, magullada, terroríficamente divertida y escandalosamente desprovista de cualquier acto de paz y amor. Si os gusto la primera, esta os va a rematar del todo. No hay sinónimos para describir lo que ha sido un film falto de tacto, falto de cordura y falto de tó! No se te pasa por la cabeza en ningún momento ese dichoso y maléfico dicho de: “segundas parte nunca son buenas”. Nunca son buenas porque no sale Deadpool en ellas.

David Leitch es un director que sabe crear antihéroes. Seres humanos dotados con habilidades para sembrar el caos y la destrucción, pero siempre, más o menos, del lado de los buenos. En esta ocasión lo vuelve a lograr, echándonos encima un pesado, mortal y cómico Ryan Reynolds, que nos deja ver una vez más, que él es el “pu**o amo” de la gran pantalla, y que su única misión desde que dejo de trabajar en comedias románticas y se quitó el trajecito verde luminoso, es hacérnoslo pasar tan bien, que nuestro cuerpo sea descuartizado, quemado y evaporado, por una comedia tan salvaje, brutal e implacable, que si consigues no sentirte ofendido en algún momento de la película, es que has tenido mucho “Domino” de tu lado.

Josh Brolin que interpreta a Cable, se ha convertido en uno de mis villanos favoritos del universo Marvel, y lo logra teniendo una sed de venganza justificada, y sin dejar de lado ese corazón y esa locura transitoria que convierte a un villano cualquier, en un Joker.

Es un film que no triunfa por su guion, ya que los propios guionistas en muchas ocasiones, lanzan chascarrillos descarados, insultando a su falta de imaginación. Es un film que se hace disfrutar, y te hace enloquecer, por ser idiota, trágico, predecible, sangriento, sanguinario y totalmente recomendado para aquellas personas que como yo, buscan alejarse un rato de lo común, y que les restrieguen brutalmente por la cara, una trama apoteósica, descomunal, soberbia y desesperadamente dotada de un humor sucio, basto e inteligente.

Imponentemente fabulosa, descaradamente cachonda, y una de esas películas que si vas al cine a verla, te puede asegurar, que saldrás doblado y agradecido.