Un pliegue en el tiempo

Por eso adoro y adorare siempre al cine, por tele transportarnos a un mundo distinto. A un lugar, en donde se te olvida completamente quien eres y que haces ahí, solo, vives la vida en primera persona de los personajes, como un participante más de la historia, y solo cuando las luces se encienden, tu mente vuelve a ti, y te das cuenta, de que lo que has vivido, es, la magia del cine, en todo su esplendor.

Disney tiene millones de formas de demostrar todo su potencial, y una de sus mejores bazas, es el volátil ingenio de los responsables de todos los universos vistos y por ver, que esta poderosa empresa cinematográfica, ha creado para nuestro deleite, con una única norma, que tiene como mantra: Disney no tiene edad para poderse disfrutar. Exceptuando, claro está, cuando juega en solitario, y deja en el banquillo a Pixar.

Y este fantástico y precioso film, demuestra una vez más, porque Disney es el castillo de los sueños. El paraíso del color. Un universo inacabable de fantasías y diversión, en donde nuestra niñez cobra vida en nuestro cuerpo adulto, y nos deja pasarlo en grande, columpiándonos en un majestuoso e impresionante mundo de dicha y criaturas maravillosas y sorprendentes, que harán aflorar en tu corazón, aquella sensación de paz y armonía, que tantos cosquilleos en el estómago te hacía sentir, cuando el limite estaba, donde acababa tu imaginación.

Y mucha, pero mucha imaginación deben tener estos chicos y chicas de Disney, al presentarnos una historia bonita, agradable, divertida, entrañable, pero con un guion simple y más infantil de lo que estamos acostumbrados a ver.

Mas infantil, porque esta vez, lo han creado exclusivamente para un público nacido hace 10 años, como máximo, y ese es un fallo, que la directora Ava DuVernay, debería haber previsto, aunque en absoluto mancha una apasionante aventura juvenil, en donde los sentidos de la vista y el oído, gozan y relucen como brillantes antorchas, ante unos escenarios muy logrados, que sin duda te harán pasarlo genial.

Entre el reparto podemos ver tres musas del cine y la televisión, Oprah Winfrey, Reese Witherspoon, y Mindy Kaling, que hacen que este resplandeciente film, cobre aún más vida y pasión, llevando consigo un vestuario impecable, extrovertido, y rico en hermosura que eclipsan totalmente su interpretación.

Para ser la primera vez, que la joven Storm Reid participa en un film como protagonista, no ha estado nada mal, aunque sigue sin convencerme, su falta de pasión sobre el personaje, y en ningún momento he notado, estar viendo algo de realismo o entusiasmo, que me haga evadirme de la sala.

Hermosa, inocente, y una de esas películas, que si eres fan de los universos de Disney, no puedes perder la oportunidad de visualizarla en una gran sala de cine.