Open House
- alexzv955
- 11 feb 2018
- 2 Min. de lectura
Tiene todo lo que te puedes esperar de un film de terror, y ese es su punto más fuerte, y su mayor debilidad. Que la trama sea predecible en todos los sentidos de la frase "va a suceder esto, y sucede", no significa que no se disfrute de igual manera.

Es una peli de esas que te pones cuando ya te has terminado tu serie o tu juego favorito, y decides verla, ya que Netflix te ha sorprendido muy gratamente en otras ocasiones como por ejemplo con "El juego de Gerald", "Bright" o "1922".
¿Pero que sucede? Que aunque el reparto no este nada mal elegido (quitando algunos detallitos desafortunados que te hacen pensar que sirven para todo menos para actuar) y la historia principal sea sosa y (como ya he dicho anteriormente pero quiero que quede bien recalcado) demasiado clásica y poco imaginativa, te agrada de una extraña forma, que sólo logra convertirse en una experiencia no desechable, para aquellos cinéfilos empedernidos, que buscan una película de terror/suspense/slasher que llevarse a la boca, para que sus sentimientos adictos a los gritos y las escenas de infarto, sean complacidos, al menos, en parte.
Vamos a dejar una cosa bien clara: si este film, lo hubiera sacado otra empresa que no fuera Netflix, ya te digo yo, que su triunfo hubiera sido nefasto, y se hubiera catalogado como peli de serie B, sin lugar a dudas. Pero, quitando todo lo malo que tiene, que más o menos es el 70% de la película, si lo que queréis es verla, para que os quite el mal sabor de boca que os han dejado otros horrorosos y espantosos y chapuceros films de este género, es el elixir perfecto para hacer desaparecer esa deprimente sensación.
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