top of page

Frozen: Una aventura de Olaf

  • alexzv955
  • 3 dic 2017
  • 2 Min. de lectura

Muchos creen, que un cortometraje, por ser “corto”, y durar unos diez minutos o menos, no tiene ningún sentido ni se disfruta de igual manera, que una película que dura hora y media o más. Y no estarías equivocados, los que pensarais así, si no fuera, porque lo estáis. Sí, no voy a negar que una corto, sea cual sea, no se puede comparar con un largometraje, ya que son distintos entre sí, pero os puedo asegurar, que he presenciado con estos dos ojitos que la naturaleza me ha regalado, películas de más de una hora, infumables, desastrosas y de esas que si puedes terminar de verlas, desearías meterte en una máquina del tiempo, retroceder hasta el nefasto día que pensaste que ver esa peli en concreto, era una buena idea, y pegarte dos “guantas” con la mano abierta, para no volver a cometer ese mismo error, y poder olvidar tal calvario. Y he visto cortometrajes, como este que hoy Disney nos presenta con amabilidad y nostalgia, que me han estremecido, alegrado y sorprendido.


En 2013, aunque parezca que no hace mucho de aquel año, yo era una persona un poco más distinta a la que soy ahora, física y mentalmente. Era un joven, que aún no se atrevía a salir de esa cueva de inseguridad y tristeza, y gritar a los cuatro vientos, para que a todo el mundo le quedase clarito que: “Yo soy fan de Disney y de sus mágicos universos”. Pero esto no pasó, hasta que un día, gracias a mis amigos, fuimos a ver “Frozen: Una aventura congelada”. A partir de ese momento, de esas preciosas e inolvidables canciones, que aún hoy en día, sigo tarareando en mi mente y cuando salgo de fiesta, con la misma pasión, la misma emoción, y la misma excitación, que sentí, cuando las escuche por primera vez.


Cuatro largos y desesperantes años han pasado, desde que pudimos disfrutar de tal precioso clásico de Disney, y por fin hoy, aunque sean solo unos diez fugaces y emotivos minutos, nos vuelve a llevar con suevas y encantadoras canciones, a ese mágico y gélido mundo, en donde la piel no se te pone de gallina por culpa del frio. Quien tiene la culpa de esos escalofríos, es la exaltación, la alegría, y la vitalidad, de estos personajes inolvidables y entrañables, que nos enseñan de nuevo, unas cunetas lecciones, de cómo celebrar, una verdadera Navidad, junto a las personas que te aman.


Escenarios nevados te rodean por doquier, y es extraña la sensación que te harán sentir, ya que frío es lo normal, pero una acogedora y cálida recepción, te abrazara con sus dulces brazos, y te embelesara con pequeños canticos, que sin duda son angelicales y bellísimos. Una aventura de lo más divertida y apasionante, hará que te lo pases genial, contemplado una vez más, estos gélidos parajes, llenos de amor, risas y frescor, un frescor, que nos deleita con sus esplendor, y su positiva forma de apreciar, cada milímetro de este agradable, placido y complaciente fantástico universo helado.


Encantadora, divertidísima, y añorada.




 
 
 

Comments


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

Suscríbete a la newsletter

No te pierdas ninguna actualización

¡SÍGUEME! 

  • Facebook Classic
  • Google+ Social Icon
  • c-youtube

© 2016 por LexLecter.

bottom of page