Liga de la Justicia
- alexzv955
- 19 nov 2017
- 5 Min. de lectura
Hoy os quiero hablar de cómo llegar a los sentimientos de una persona. Como controlarlos y tener el poder, de hacer que ese sujeto, que está ahí sentado, esperando ver algo que le haga flipar en colores, llore de alegría o de tristeza. Grite de rabia o impotencia. Pegue un brinco de felicidad o de terror. Se encoja en posición fetal en su asiento, presenciando la desgracia y la realidad. ¿Parece muy fácil, verdad? Porque, vamos a ver, todos somos humanos, todos sabemos cuáles son las virtudes y las desventajas que las personas, que hemos ido remodelando a lo largo de la historia. Sabemos que una escena en la que hay un atentado terrorista en donde mueren inocentes, no va hacer que nadie este feliz y satisfecho, sino que su corazón se estremezca, y se quede helado, tras presenciar tanto sufrimiento. También sabemos, que en una escena, en donde nuestro protagonista corre peligro de muerte, al ser perseguido por los secuaces sin escrúpulos de su antagonista, es una escena, a la que a todos se nos aceleraran las pulsaciones, y una inyección de adrenalina nos arrancara el sueño de los ojos, haciendo que prestemos toda nuestra atención.

Todos sabemos a la perfección. Perdón, “casi” todos sabemos a la perfección, que la gran empresa de súper héroes DC, está por detrás de Marvel. Claro que a ti te puede gustar mil veces más DC que Marvel. Al igual que a mí me puede gustar la pizza con piña y a ti la piña con pizza. Son gustos, y lo que nos hace sentir cada una de ellos. Pero no digo que Marvel sea mejor en “todo” que DC, ya que una es más familiar, y la otra es más “tirando para los mayores de edad”. Aunque ese no debería ser un obstáculo, para que padres fans de Superman, Batman o Wonder Woman, no quieran llevar a sus hijos a verlas. Las dos están hechas con el mismo espíritu y ganas de triunfar en el mercado cinematográfico, y ahora, en el de la televisión. Pero lo que es indiscutible, y de ahí este pequeño debate, es que una tiene más fans, más recaudación anual y más potencial para llegar a los corazones de los espectadores. Eso, te guste o no, es un hecho real.
Al igual que Marvel tiene a sus Vengadores, DC, tiene a su Liga de la justicia, cuyos personajes, han sido presentados por separados, exceptuando Cyborg y Aquaman, ya que Flash, sí que fue enseñado en una serie de televisión, por otro actor. Lo que muchos no sabías, es que Linterna verde (papel interpretado por Ryan Reynolds, que casi le cuesta la carrera), también era miembro fundador de esta liga, pero su letal y desafortunado “triunfo” en cartelera, le hizo prescindible para esta nueva película. Ahora viene lo que todo fan de los súper héroes, vengan de donde venga, ha pensado alguna vez, o se le acaba de pasar por la cabeza: Podría haber un enfrentamiento entre el Universo DC y el de Marvel? ¿Quién ganaría? Y lo más importante: ¿Por qué se enfrentarían si ambos tienen más o menos los mismos ideales y objetivos? Paranoias que se me ocurren, pero no niegues que a ti también se te han pasado por la cabeza.
Podría decir que es una de las mejores películas del año, e incluso, que supera a la frenética “Batman v Superman”, pero estaría mintiendo. Podría decir que es un chasco, que no vale la pena pagar por ir a verla, y que mejor que la encerremos en un cajón profundo y oscuro, para que las generaciones venideras, no tengan que pasar por tal suplicio. Volvería a estar mintiendo. Podría seguir diciendo, que me ha decepcionado en muchos sentidos, que le ha faltado una trama que parece durar solo unos veinte minutos de proyección, y que los personajes, tienen una historia detrás, y han sido presentados prematuramente. Aquí, y solo aquí, estaría diciendo la verdad.
Entonces, que nos quede claro un poco todo: ¿Es buena, o es mala? La película es un 60-70% de calidad positiva, pero, en absoluto, es un film de esos astronómicos y despampanantes, que juegan con tus sentidos de la vista, haciendo que agudices cada detalle de su maravillosa puesta en escena. Y si, es peor que la de “Batman v Superman”, ya que le falta esa desgarradora y dramática sensación, de estar viendo algo novedoso y clásico a la vez, pero que te hace disfrutar, como si fuera la primera vez, que te diviertes viendo algo así. Y bueno, si la comparamos con la extraordinaria y excelente “Escuadrón suicida”, nos quedaríamos cortos, intentando explicar, porque todo en su conjunto es una desaliñada obra de secundaria, y la otra, un sublime y extravagante desfile de buenas actuaciones, buen guion, y buena ejecución. O, y tanto que me ha decepcionado, pero eso ha sido culpa mía, y solo mía. Al haber contemplado con tanta sorpresa y alegría, las dos anteriores pelis de este universo, sin querer, y jamás queriendo, me hice una prematuras ilusiones, sobre lo que me iba a encontrar. En definitiva, y sin querer comparar una cosa con la otra aunque lo esté haciendo: Me esperaba un “Los vengadores”, y me he encontrado un “Liga de la justicia”.
Parece ser que mis dedos solo sepan teclear letras que conducen a una crítica bastante más negativa de lo que se podía esperar que fuera, ¿no es cierto? Pues bueno, esa no es mi intención, pero al parecer es lo que está ocurriendo. Para nada es una pérdida de tiempo y dinero, comprar unas entradas para ir a verla. Jamás (de momento) os diré, que no vayáis a ver un film, ya que a mi puede no haberme gustado, y a ti puede que te encante. Esta gran película tiene muchísimas cosas buenas, como un argumento sólido y contundente, que te conduce, sin saber ni tan siquiera que es “DC”, hacia escenas que te aceleran el pulso, te escarpia la piel, y te dejan con la mirada bien fija, a lo que está ocurriendo. Los personajes, aunque alguno, sobre salga en pantalla, más que otro, y parezca que debamos saber de dónde proceden, como han conseguido esos poderes o si son de otro planeta, se llevan muy bien los unos con los otros, sin eclipsar “totalmente” a sus compañeros.
El director Zack Snyder esta vez, y solo esta vez, no ha hecho un buen trabajo, o, al menos creo yo, no el trabajo que él quería que se plasmara en la gran pantalla. Tengamos en cuenta una cosa muy importante: Zack Snyder, dirigió “300”, “Wachmen”, “El amanecer de los muertos vivientes”, y otras menos reconocidas mundialmente, pero igual de atractivas y atrayentes (no más que “300” o “Wachmen”). Al tener esto en cuenta, nos vemos en una encrucijada de dos opciones: Perdonarlo, ya que este ha sido su único “fracasillo”, en su filmografía (si no hablamos de “Sucker Punch”, aunque a mí me encanto), o crucificarlo en lo más alto de una cruz ardiente y llena de clavos oxidados, por no darnos, de nuevo, esa magia que atesora en su bendita cabecita. Y claro que te vamos a perdonar, al menos yo lo hare, porque, a mí me ha gustado, al público le gustara, y aunque algún que otro (millones) de fan, no esté de acuerdo con lo que has hecho, queriéndonos sumergir en una trama que aunque dure dos horas, es lenta, incomprensible y fugaz, estamos contentos.
Como ya no me queda mucho más espacio para escribir, dedicare y una única frase, que describa más o menos, la actuación de cada personaje, que no lo han hecho nada mal. Ben Affleck: Para el retiro. Gal Gadot: Electrizante. Henry Cavill: Sin en lo habría final feliz. Ezra Miller: Principiante pero con aptitudes. Ray Fisher: ¿pero al final ha salido? Jason Momoa: Mucho musculo y pocas nueces.
Entretenida, desvinculada, y una de esas películas que agradeces haber ido a ver al cine, porque aunque no sea la mejor del año ni la mejor de DC, siempre gusta ver, como nos salvan el culo, los superhéroes.
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