Siete deseos

¿Te imaginas, que un día te despertaras, y con tan solo pedirlo, pudieras tener todo lo que has ansiado durante toda tu vida? Es difícil imaginarse algo así, ¿verdad? Pero, vamos, ¿me vas a decir, que jamás has deseado, tener una lámpara mágica, a la que frotarle y que mediante un genio que anida en ella, pudieras pedirle 3 deseos, que cambiaran tu vida por completo? ¿Me vas a negar, que jamás se te ha pasado por la cabeza, en hacer un pacto con el mismísimo diablo, vendiendo tu alma, a cambio de una vida llena de riquezas y fortuna? ¿Me vas a mentir a la cara, y me vas a seguir diciendo, que nunca jamás, se te a ocurrida la remota idea, de tener entre tus manos, un poder aún más superior que los milagros, y que el mismísimo dios? Un poder, con el que lograr llegar a lo más alto de la cadena alimenticia. Un poder, con el que ganar millones y millones de billetes de dinero, y bañarte en ellos, dándote igual, si alguno de esos billetes de quinientos, es empapado y destruido. Un poder, con el que controlar todo lo que a tu alcance esta, y mucho más. Con el mandar cerrar todas esas bocas, que a lo largo de los años, han intentado hacer lo mismo con la tuya.

Ese poder puede ser tuyo. Ahora mismo. Sin tener que esperar un par de días laborables, para que el transportista se ponga de acuerdo con el proveedor. Yo puedo dártelo. Pero, a cambio de este increíble y poderoso don que te estoy ofreciendo casi gratis, solo necesito una cosilla. Una simple y nada valiosa, cosilla. Tu alma. Yo te ofrezco 7 deseos, para hacer con ellos lo que te plazca. Pero a cambio, quiero tu alma. ¿Qué porque la quiero si es tan simple y vulgar? Porque tú no la utilizas para nada. La tienes muerta de asco, y solo la necesitaras cuando la muerte venga a por ti. ¿Pero y si uno de tus deseos, es no morir jamás?

Se veía venir, desde hace tiempo. Pero se veía venir, y me extraña bastante, que no hayamos visto esta clase de película, antes. Con las porquerías y demencias que se les ocurren a los guionistas, que tienen que esforzarse para apretujar bien el poco ingenio que en sus cabezotas anida, ¿cómo es posible, que un clásico de las leyendas urbanas, como este, nunca se haya planteado con anterioridad? Misterios de la vida. Puede que ya se les hayan acabado las ingeniosas e innovadoras (nótese el sarcasmo) ideas, y hayan decidido, abrir el baúl de los recuerdos (internet) y rebuscar entre el polvo y los pergaminos ajados, y desenterrar, una de las historias más espeluznantes y clásicas, de todos los tiempos. Esta idea que han utilizado, para recrear una caja de música infernal, que ofrece siete deseos a cambio de tu alma al termino de dichos deseos, viene dada, en realidad (y me entristece no haber visto la idea original) por la historia de la mano de mono, que en vez de 7 deseos, lógicamente eran 5; uno por cada dedo. Con cada deseo que pedias, un dedo se bajaba. Cuando la mano formaba un puño, el inevitable final era el mismo; la muerte. Y luego, la mano de mono, volvía a su estado natural, en busca de otro aventurero desprovisto de temor, e igual de ingenuo, que los que cayeron en su trampa.

El tráiler la verdad es que ha sido uno de los tráilers (de este año) que más me han encantado. No sé, a lo mejor es que me estoy volviendo un poco débil de corazón con tanto “terror reciclado”, y ya ni me van ni me vienen; solo con ver que el terror vuelve a la cartelera, ya mi ser se siente aliviado. O puede que simplemente me haya convencido y resignado, de que costara ver otro film de terror, que de leña al fuego de mi interior, que se está apagando, con cada desdichada, pero chispeante, cinta de pavor. Como ya he dicho, el tráiler pone en alerta los sentidos más curiosos de la gente, ya que las personas de ahora, creo yo, ya se han dado cuenta (al menos las que suelen transitan a menudo el cine) que hay muy pocas esperanzas, para que un film de terror, en estos tiempos tan modernos, les escandalicen y sobrecogen, hasta el punto de acelerar su pulsaciones; ósea, que saben que miedo no van a pasar, pero puede que se sorprendan con algo innovador. Por eso mismo, yo creo que en este caso, esta vez, podremos ver un más que decente puesto en el “Top Five”.

Y por estas razones, me ha encantado. Me ha sorprendido y me ha encantado. Me ha sorprendido, me ha encantado, y me ha divertido. ¿Ósea, que terror no da? No, terror no da. Es un film de terror de los de ahora, de esos que intentan mezclarse entre los grupos de películas que si dar verdadero terror, pero que son descubiertos al instante, y expulsados de la fiesta, por no dar, absolutamente, ningún escalofrío, ni sorpresa. Entonces, ¿Por qué digo que me ha gustado si lo estoy criticando tanto? Primero de todo, critico porque esto es una crítica y si no lo hiciera perdería su gracia y su lógica. Segundo, en ningún momento he dicho que sea espantosa, que sea horrenda, que sea de esas pelis, que cuando sales del cine, te empiezas a golpear la cabeza contra la pared, para que tu mente intente olvidar, esas escasas dos horas, que has pasado, deseando salir de la sala, y que lo único que te a mantenido sentado, es tu orgullo, y el ratoncito que todos tenemos dentro, que nos impide admitir, que hemos pagado por algo, absolutamente aburrido. Esta película, es totalmente todo lo contrario. Cuando salgas de la sala, y mires hacia atrás, para ver en qué película te has metido, una sonrisa florecerá en tu rostro pensativo, por haber pasado un muy buen rato.

Es una de las películas de “terror” (nótese las comillas a modo de sarcasmo) que más me ha gustado. Pero, ¿sabéis lo que más me desconcierta? Que no sé exactamente porque me ha gustado tanto. En teoría, y por las pocas (por suerte) malas experiencias que he pasado, contemplado una película del genero del terror en el cine, que después tenía más de basura orgánica y regurgitada, que de terror. De esas películas que deshonran estar presentes en la categoría de “miedo”. Esta película, en sí, no es en absoluto lo que te pintan en el lujoso y atrayente tráiler; el tráiler, es un engaño, a medias. Y debería estar enfadado, por mancillar este gran género, que por películas así, que aunque me gusten o no, degradan aún más un género, que va de mal en peor, en bajada, a la deriva en busca de un director, que nos enganche otra vez a la corriente, y que nos asuste hasta el extremo de provocarnos ataques epilépticos. Eso es exactamente lo que me tiene conmocionado, el no saber, como he salido tan satisfecho del cine, después de contemplar más una comedia negra para adolescentes neuróticos y cachondos, que un film, que se apodere de mis emociones. Y creo que se cual pude ser la causa de tanta pasión y tanta atracción y tanta satisfacción.

El director John R. Leonetti, nos dio más espanto y horror en Anabelle, que en esta peli. Y eso es decir mucho, porque Anabelle, nos dio algún que otro sustillo, y a mí me agrado, pero como ya sabéis, yo soy fácil de contentar en estas situaciones, así que hacer que me acobarde en la butaca llamado a mi mamá, no lo consiguió. Lo que sí que a conseguir el director Leonetti, es hacer pasar los minutos rápidos y veloces, con una trama de lo más esperable e inesperada. ¿Cómo es eso? Pues no es fácil de conseguir. Hacer lo esperable, inesperable, es un método que hoy en día, los guionistas que se dedican a crear nuevas historias que aterroricen al público joven, sobretodo, utilizan gracias a su volátil imaginación. Intentan recrear escenas en las que sabes que ese personaje está a punto de morir, pero te dan 2 o más opciones, para que nunca sepas cual y cuando va a ocurrir. Y eso es lo que te provoca una sorpresa esperable. Como cuando un asesino acecha a su próxima presa. Tú ves a la víctima y al asesino, sabes que la víctima no ve a su acechador, también sabes que la muerte para ella es inminente, pero lo que no sabes, es como va a morir, y eso, es lo que te agarrota el corazón, te hace apretar el puño, morderte el labio, y respirar profundamente, cuando el inevitable final llega. Lo mismo ocurre aquí, pero aquí no tenemos la figura del asesino en carne y hueso, sino que presenciamos, como un demonio invisible, se paga su deuda, con estilo, gracia y contundencia.

¿Y la razón de mi atracción? ¿De mi pasión? ¿De mi satisfacción? Pues, no sé, puede anidar en lo más hondo de mi corazón, que tras lanzarme otra de sus venenosas flechas al pecho, y atravesarme el torso con dulzura y unos cristalinos ojos azules, algo a captado mi atención, y ese algo se llama Joey King. Con un rostro angelical, y unos labios gruesos como dos algodones de azúcar, su actuación de dolorida y desgraciada adolescente, que convive en una selva llena de vidas privadas rotas y magulladas, que se encuentra con una oportunidad, para sanar sus heridas, y sentirse normal, al menos durante un tiempo, se ve superada por su belleza coqueta y un corazón que ya ha sufrido bastante.

Así que, si queréis ir a ver esta película, por pasar un rato divertido y agradable, contemplando como una vez más, el cine escoge a las perdidas mentes de los jóvenes, para estar en escena, y que uno a uno, sus futuros se vayan truncando, por decisiones desacertadas y muertes tontas, esta es vuestra película. Si queréis ir a verla para pasar miedo, ya sabes el final.

Entretenidísima, divertidísima, y una de esas películas, que agradeces haber ido a ver al cine, por dejar escapar un poco de luz esperanzadora, en ese basurero lleno de films demacrados, por productoras que piden, pero no piensan.