El hombre del corazón de hierro
- alexzv955
- 22 jul 2017
- 6 Min. de lectura
Muchos hombres y mujeres, a lo largo de la historia, han sido odiados y juzgados, por sus temibles actos contra la humanidad. Y uno de ellos, que conocerás a la perfección, por su firme y contundente bigote, que con una mano de hierro, y una supuesta sabiduría, intento liderar al decaído pueblo alemán, y sacarlo de un pozo negro y profundo de desesperación y pobreza, ofreciéndoles un haz de luz, una mano que los recogiera del suelo, y un cabeza de turco, a quien culpar de su derrota y depresión. Si, lo habéis adivinado, estoy hablando de dictador y poderoso Adolf Hitler, un hombre, que aunque jamás lo hayas conocido en persona, ni vivido en su terrorífica época, y contemplado las atrocidades que propago por Europa y el mundo entero, has oído hablar de él, y sus escalofriantes actos, que pusieron al mundo, patas arriba, y cruzaron la gruesa línea que separa la cordura de la locura. La piedad de la crueldad. Del ser humano, al monstruo. Pero hoy no vengo a hablar de él. No os vengo a dar una larga y profunda charla, sobre su vida y el impacto que produjo en la historia. Hoy os vengo a hablar, sobre uno de sus muchos seguidores, que al igual que él, pensaban de la misma forma, actuaban de la misma forma, y eran

las perfectas herramientas que Hitler necesitaba, para que su reino de terror y desdicha, creciera hasta convertirse, en una de las épocas más oscuras y perturbadoras de la historia.
Como ya he comentado otras muchas veces, y aunque os canséis de oírlo lo seguiré haciendo, porque soy así de pesado, uno de mis géneros favoritos (no el favorito, ya que ese lugar pertenece al terror), es el bélico. Una lluvia de balas tapa el sol, convirtiendo el sangriento campo de batalla, en un sombrío paraje, en donde brazos amputados y gritos de sufrimiento, campan a sus anchas, reinando por doquier. ¿Es excitante, verdad? Pues esa puede ser una de la estas razones, por las que a mí, y a miles de personas en todo el mundo, nos gustan las películas bélicas. Y si puedo elegir, mejor que sean de la segunda guerra mundial. Y si puede seguir eligiendo, aún mucho mejor si son relacionadas con el nazismo.
Como he dicho anteriormente en mi breve introducción del reinado de Adolf Hitler, había marionetas, manos derechos que tenían las mismas tenebrosas y firmes ideas que su gran y valeroso Führer, y esta película, va sobre uno de sus muchos fieles generales. Uno, que sobresalía de los demás. Uno, que causo pavor y muerte, por donde su justicia posara sus derechos. Uno, que se arrancó el corazón palpitante del pecho, y se lo dio de comer a sus salvajes perros, sustituyendo ese hueco vacío e inerte de compasión, por un amasijo de metales, que no le hicieran pestañear, ante cualquier traumática situación. El tráiler me gusto. Me gustó mucho, porque hay menos pelis de las que me gustara que hubiera, sobre el punto de vista del asesino; los intrínsecos recovecos de la mente de un monstruo. Que en este caso, estamos hablando de Reinhard Heidrych. Puede que exagere un poco diciendo que en la película, solo sabremos su historia, pero no me equivoco al decir, que veremos cosas que aun, incluso con tantos años ya pasados y tantas películas estrenadas sobre este tema, no hemos visto ni oído jamás. Y os puedo asegurar, que apreciareis más vivir en la ignorancia, que descubrir estos impunes actos, que desencajan a cualquiera el alma.
Hay muchas películas sobre el reinado del terror y ya no solo del de Adolf Hitler, sino de sus compañeros de fe, de sus hombres valerosos y dispuestos a dar su vida y la de los demás, a cambio de que Alemania, vuelva a ser un país fructífero y fuerte. Pero, al igual que ocurre con otros muchos géneros cinematográficos, se puede mezclar la acción con el terror, el drama con la comedia, la aventura con la animación, etc…Y en este caso, la mezcla de drama y acción, ha sido ejecutada, en el más sentido de la palabra “ejecutar”, pero no con maldad o malicia, sino con una perfección morbosa y atrayente, que te engancha en cada instante de cada secuencia que pasa ante tus débiles ojos, que aunque creas que son veteranos, aún no han visto toda la crueldad que el humano marco con sangre en la historia.
Durante toda la proyección de esta preciosa y palpitante película, veras imágenes que mucha gente dirá (aun viviendo en estos tiempos modernos, en los que si aún no se sabe el menú entero de la ultima cena, es porque había algún alimento pagano), que no es cierto. Que nada de lo que dicen, ni nada de lo que se ha visto, ni ningún testimonio de ninguna persona, es cierto, o al menos, al cien por cien, no lo es. No hagáis caso a esta gente, ya que o bien, tienen miedo de admitir, de hasta donde puede llegar el ser humano, para conseguir lo que quiere y así descubrir la verdadera alma oscura que anida en todo nosotros, o es que son pobres ignorantes, que han rechazado la verdad, mirando hacia otro lado, como si cientos de miles de personas, no fueran suficientes, para demostrarle al mundo entero, de que en todos, en todos y cada uno de nosotros, anida dormida una bestia, un monstruo que espera paciente, a que la oportunidad se le presente, y darte a ti la misma oportunidad, para que dejes que te atraviese el pecho con furia y un hambre ciega por devorar todo lo que se le presente, o ser tu más fuerte que tus impulsos, y rechazar el salvajismo que miles de años atrás, cuando ni un simple taparrabos tapaba nuestras partes íntimas, cazábamos y matábamos sin piedad ni escrúpulos a todo ser vivo, que estuviera recubierto por una sabrosa capa de carne fresca, que llevarnos a la boca.
He tenido el placer de contemplar por primera vez, el trabajo del director Cédric Jimenez, y estoy gratamente sorprendido, de su espléndido y apabullante creación. No tengáis miedo de mis palabras, ya que más de la mitad del planeta tierra, sabe cómo sofocar esas malévolas ansias por matar, utilizando un arma más fuerte y poderosa, que cualquier bomba nuclear. Que cualquier arma de destrucción masiva. Que cualquier holocausto que haga llorar sangre a la madre tierra. El amor, puede con todo. Y la esperanza es su mayor aliada. Y amor y esperanza podréis ver, pero solo si vuestros ojos fijáis bien, ya que la muerte y la crueldad serán las protagonistas, que con destrucción y malicia, asesinaran sin escrúpulos, a todo aquel que emane amor y esperanza.
Podrán destruirlas, pero renacerán con más coraje y voluntad, para ser ellas, quienes ahora las destruyan. Cédric Jimenez, nos da una película que te arrebatar el corazón. Lo troceara en pequeños cachitos de dolor y tristeza, y esos cachitos te rodearan con un abrazo asfixiante y claustrofóbico, que darán caza a tus mayores temores, y pondrán a prueba tu valeroso y tan aclamado don de aguantar como un verdadero hombre de hierro, cualquier espeluznante imagen y cualquier sonido agonizante de una madre que llora desesperada, mientras mantiene a su fallecido hijo en brazos, hasta que su grito sea acallado, por un disparo certero, que acabe con su tormento.
El trabajo de un actor, es hacer creer al público, incluso cuando este sabe que lo que está viendo es una interpretación, que es el personaje que está recreando, que es otra persona completamente distinta, y Jason Clarke, me ha dado arcadas y repulsión, hasta el límite de tenerme que morder la lengua hasta hacerla sangrar, para no lanzarme a la pantalla y aporrearla. Mi más sincera felicitación.
La valerosa pareja de actores que son Jack Reynor y Jack O'Connell, me han dejado anonadado, por enseñarme físicamente y mentalmente, lo que significa exactamente, no rendirse. No tirar la toalla. Luchar por la justicia y la vida. Estar dispuesto a morir, si con eso proteges a los inocentes, y a tus seres queridos, que cuando ya no estés, te recordaran como una persona, que jamás se echó atrás, y que jamás dejo que el enemigo, venciera, sin perder algo por el camino.
Poderosa, sorprendente, y una de esas películas que agradeces haber ido a ver al cine, por recordarte una vez más, que el ser humano, puede lograr cosas sorprendentes y aterradoras.
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