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Piratas del caribe: La venganza de Salazar

  • alexzv955
  • 28 may 2017
  • 7 Min. de lectura

Los piratas existen desde tiempos en donde la cólera y la furia, se fundían en una sola arma de ambición y destrucción, que navegaba por los 7 mares, buscando un barco al que robarle todas sus monedas de oro, y únicamente, dejar un solo superviviente, que será el mensajero de la muerte, que repartirá este despiadado mensaje, por todos las islas y barcos, para que se sepa, que ahí un nuevo dios que surca estas aguas, tiñéndolas de rojo y alquitrán. Todos, y cada uno de los piratas, que llevan en su barco una bandera negra, y una calavera, profetizando tu inminente muerte, se rigen por una ley inquebrantable: Lo importante es siempre el botín, no importan las almas que al mar caigan, o entre vuestras oxidadas espadas sean ensartadas; cuanto mayor sea el botín, mayor será el placer de gastárselo en ron y mujeres.


Pero, un día, Disney apareció con sus encantaos familiares y aventureros, y dijo: ¿Es que no hay ningún pirata con honor? ¿No hay ni un solo pirata, que luche con valentía y sin sed de sangre? Esto no puede seguir así. Vamos a crear una aventura marítima de acción, en donde los piratas serán los protagonistas, y la sangre derramada, será nula. Vamos a hacer una historia, en donde los piratas no sean tan repulsivos ni asesinos sin piedad. Vamos a darle un poco de nuestra magia. A donarles un cachito de nuestro infinito corazón, y a ver qué ocurre. Y bueno, seamos sinceros, piratas del caribe, es una de las mejores sagas del cine, que, en mi opinión, y es la opinión de la mayoría de los testimonios que me he encontrado, hasta la tercera entrega, que es “El fin del mundo”, todo muy bien, pero no sé qué les dio a estos chicos y chicas, que decidieron apartar de la pantalla a Keira Knightley y Orlando Bloom, ¿y que paso? Que los sustituyeron por una “agridulce” y poco sustanciosa Penélope Cruz, que tendrá mucho, muchísimo de belleza, y podrá ser una persona estupenda, pero como también describí las actuaciones de Kristen Stewart: Guapura y hermosura a raudales, pero el don de la actuación es su perdición. Lo puedo decir más claro pero no más alto, ya que no es necesario seguir con este tema, porque entraría en un debate continuo, en el que abría defensores de la saga completa, y otros que prefieren tirarse a un pozo lleno de serpientes, antes que ver actuar otra vez a estas dos actrices; yo, a tan exagerados finales no llego. Otro tonto e inútil error, es pensar, que era mejor título (comercialmente hablando) “La venganza de Salazar”, que “Los hombres muertos no cuentan cuentos”, que en ingles queda aún mejor (como todo): “Dead men tell no tales”. No hace falta decir el por qué queda mejor el original y segundo título.


Estas, podrían ser las causantes, de que cuando por fin vi el tráiler final, algo en mi interior me echó para atrás. Algo, una intuición que me sirve la mayoría de las veces para no crearme falsas expectativas, que ilusionan mi corazón para después romperlo en mil pedacitos. Me advertían, de que no me fiara, ya que, ¿Qué vuelve a suceder? Pues que se han pensado que el público se ha cansado de el fantástico trio de luchadores, que iban siempre de la mano hasta la tercera entrega, y a partir de ahí, alguien de arriba, decidió poner un nuevo reparto protagonista, ¡pero eso sí! Sin que Jack Saparrow abandone la tripulación. Disney, dentro de su majestuosidad y grandiosidad, está compuesto de humanos, y los humanos, como bien se sabe, cometemos errores, y me temo, muy a mi pesar, que “Mareas misteriosas” es una “ca+ºda monumental”. ¿Ha pasado entonces, lo mismo con esta nueva entrega? Seguir leyendo, y lo sabréis.


¡No! ¡Pobres bucaneros de agua dulce! ¡Claro que no ha pasado lo mismo! ¿Por qué? Porque Disney jamás tropieza dos veces con la misma piedra. Tenía mis dudas, eso es tan cierto como que mañana amanecerá. Pero no eran dudas infundadas, ya que cuando alguien, sea quien sea, comete un error, tendemos a crucificarlo, en vez de levantarlo, apoyarlo, y darle la mano para que siga adelante, y poder seguir confiando en el. Pero claro, en el mundo del cine no existe la bondad, ya que el público es el juez supremo, y decide si una peli vive o muere en los recuerdos de films que pudieron llegar a ser algo, que no llegaron a ser. Uno de mis más preciados sentidos, al que le debo la mayoría de mis ilusiones y decepciones, me advirtió de que no confiara en esta película, o que fuera con pies de plomo, y al convivir dentro de un ser humano, se equivocó.


Tan grata ha sido mi experiencia en el cine, que al alzarse los créditos y dando por finalizada la película, mis manos tenían el deseo de aplaudir, a un regreso de los más esperado, que ha conquistado con magnifico esplendor, mis medianas expectativas, que han sido complacidas. ¿Lo mejor de todo? Que no te aburres. Simplemente porque no puedes. Es una aventura familiar, eso no debemos olvidarlo. Así que no vamos a ver luchas encarnizadas, brazos cercenados volando por los aires y la sangre tiñendo la pantalla, mientras las madres horrorizadas tapan los ojos de los traumatizados niños. Pero, ¿es por ese motivo, que no puede haber severas luchas, en donde la gente pierde la vida brutalmente? No, ya que, madres sobreprotectoras, si no es ahora, será después, pero vuestros queridos niñitos, serán traumatizados y bautizados, por una civilización con ansias de morboso descubrimiento.


El ambiente que “areniza” tus sentidos y te deja un agradable y salado sabor de boca, es el que se esperaba, ni más ni menos. Eso no quiere decir, que no haya sorpresas por el camino, ya que, una de las facetas más especiales de los films aventureros, son baches inesperados, que nuestros queridos protagonistas se van encontrando en su largo caminar. El humor está presente en muchas ocasiones, pero no es un humor que moleste, por dos sencillas razones: Porque no avinagra ningún momento en donde la risa sea innecesaria, y porque has ido allí para reír, llorar y temer. Como ya he mencionado, no esperéis una nueva aventura del idílico trio de intrépidos osados, ya que estos han sido sustituidos, por una bella e impar pareja de jovenzuelos, que no lo han hecho nada mal. Nos volveremos a poner en la piel del mar, y veremos desde la perspectiva de espectador, como otra vez, otra leyenda más, que ha hecho al océano un lugar temido y peligroso, cobra vida desde la muerte y la decadencia, para llevarse consigo al fondo más oscuro y olvidado de la mano de dios, a aquellas almas que se crucen en su camino.


Los directores Joachim Rønning y Espen Sandberg, se colocan los guantes y las botas, para trabajar en una verdadera súper producción americana, de esas, en donde los efectos especiales, son el primer plato para que la película, llegue a buen puerto. Y lo hacen con maestría y decisión, y las ideas bien claras, de no dejar de remar, y volver a poner a flote, este barco olvidado y abanado, en donde las telarañas y las termitas, estaba acabando con toda su hermosura. Han hecho un trabajo de diez, absorbiendo la atención del público, con escenas despampanantes y extrovertidas, en donde, la comedia y la acción, se vuelven a dar la mano, para sacar de su unión, divertidas y emocionantes secuencias, que te dejaran el corazón en un puño. Cuando termina la película, sabes perfectamente, que te ha gustado, por su grata y atrayente forma de colocarte en los sitios más comprometidos y vulnerables, y así ser capaz, de agarrante bien fuerte al asiento, y dejarte llevar, por ese espíritu aventurero, que en tu corazón espera cabizbajo, a que la bandera ondee el viento, a que la antorcha ilumine tu camino, y a que el cuerno resuene por doquier, y así despertar, de este martirio cuotidiano, que es día a día. ¿Esperáis a que os diga si va a ver o no una sexta película? Pues sí, estoy seguro que la abra, y si no me creéis, no os vayáis hasta que las luces se enciendan.


Johnny Depp vuelve a ser el alma de la fiesta, el pirata más buscado y más peligroso, que a surcado los siete mares. Pero no por su temeridad ni su honor, ni tan solo por su bestialidad ante los enemigos, sino porque nadie puede matar a Jack Saparrow, porque con sus toques de bufón borracho, y una locura que prosigue a la amargura, se ha hecho imprescindible, en nuestros corazoncitos.


Bueno, con Geoffrey Rush seré rápido y preciso: Espectacular, ¿alguien esperaba lo contrario?


Javier Bardem es uno de los pocos actores españoles, que ha podido colonizar a los yankees, y se ha hecho un hueco bien grande, en los guiones de muchos cineastas americanos, y esto ha podido ser, por su forma de interpretar, por su camaleónico y malévolo don de la actuación. Ha hecho muchas veces de malo. En Skyfall, vimos una actuación sublime y espectacular, al ser un villano de lo más demencial y perturbado. Exactamente, como aquí lo hemos podido presenciar.


Y ahora tenemos la nueva pareja del año, que la compone el guapetón y don juan Brenton Thwaites, y la preciosa y sensual Kaya Scodelario. Juntos logran endulzar las saladas aguas, con amor, esfuerzo, y un alma atrevida y osada, que solo los que buscan la muerte, pueden experimentar en sus carnes. Pensaba, que estas dos nuevas adquisiciones iban a ser un error tremendo, una mancha de grasa en un expediente que podía haber sido impecable, pero vaya sorpresa la mía, al ver que agradaban mi visión, y la hacían disfrutar.


Audaz, intrépida, y una de esas películas que agradeces haber ido a ver al cine, porque sabe cómo sacar a flote, tu alma aventurera.




Audaz, intrépida, y una de esas películas que agradeces haber ido a ver al cine, porque sabe cómo sacar a flote, tu alma aventurera.




 
 
 

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