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Nunca digas su nombre

  • alexzv955
  • 25 may 2017
  • 5 Min. de lectura

Hay un nombre que ante todos no puedes pronunciar. Muchos lo han intentado, y muchos han acabo sufriendo un terrible final. Si tuvieras la valentía necesaria, para decir estas escalofriantes palabras, también tendrías ingenuidad, que terminaría con una muerte asegurada. No intentes escapar de él, porque aunque no proclames su nombre, a los fríos vientos que en escarcha te convierten, el vendrá, yo, te lo puedo asegurar. No digas su nombre. No te atrevas a pronunciar su nombre. Si ya temiste vocalizar aquel renombre que tanto resonó en las pobres almas condenadas a la perdición. Voldemort, no será nada comparado con el mal que te acechara entre las sombras, y estés preparado o no, el te arrancara de cuajo el último suspiro, que de tu boca pueda escapar.


Bueno, como siempre os digo, os voy a ser sincero en cada palabra que aquí escriba, pero también os intentara atraer, para que veáis o no este film de terror, que a los cinéfilos empedernidos, adictos a la adrenalina que provocan las películas de terror (que por desgracia no se están viendo “grandes” y pavorosos films), no les terminara de convencer, pero si gustar. Los tráilers tienen una importancia, mucho más esencial de lo que piensa la gente. Si un tráiler no es bueno, la gente pensara que esa película es igual de mala. Pero, los tráilers son los más mentirosos del cine, más incluso que los propios actores, que en algunas ocasiones, crean su personaje con tal perfección, que te llegas a creer, que ese actor, ha dejado de ser Christoph Waltz, para ser el despiadado Coronel Hans Landa. Un tráiler tremendamente bueno, puede hacer que la gente vaya a ver, una película tremendamente mala. Un tráiler malo, o con poca atracción, puede hacer que el espectador falto de experiencia cinematográfica, crea que es una extraordinaria película, que merece verse en la gran pantalla.


Como ya he mencionado, esta cinta de terror sobrenatural, es una muy buena cinta de terror, ¿pero es la mejor que ahora podemos encontrar en la cartelera? No. ¿Es entonces la segunda mejor cinta de terror que podemos encontrar en los cines? Si, podría decirse que ahora mismo es la segunda mejor. No os va a sorprender a los cinéfilos veteranos, curtidos en cientos de batallas, de las culés vuestros sentimientos y emociones se han visto puestos a prueba, ya que de sustos, los contados. Es una buena película de terror, pero no por el espanto que proyecta en los corazones de los espectadores (ya que de eso, si quietamos alguna que otra escena, deja mucho que desear), sino porque tiene una trama que mantiene los ojos y la mente del espectador, pegados a la pantalla, esperando el inminente susto, que, como ya he dicho, los que no estén acostumbrados a visualizar esta clase de pelis, lo van a pasar mal, porque para eso están hechas. Pero los que ya han visto centenares de escenas que “supuestamente” son terroríficas, no les provocara nada nuevo, tan solo una sueva y agradable brisa de agradecimiento y entretenimiento, por ver algo “normal”, pero que sigue divirtiendo.


Esta vez, en esta nueva película de miedo, tenemos a un nuevo horrible y estremecedor personaje, que cuyo pasado no conoceremos en esta entrega. Digo en esta entrega, porque ya sabéis como son estos de Hollywood: peli con presupuesto pequeño, que supera un poquitín sus expectativas, peli que con segunda parte contara. Este extraño monstruo con cara blanquecina, ojos negros como eclipses, un abrigo al estilo “sé lo que hicisteis el último verano”, que va en compañía de un sabueso del infiero, y tiene unas ganas de pasarlo en grande, destruyendo las vidas de la gente que pronuncia su nombre, bueno, no está nada mal ejecutado, ya que “yuyu” da, y ese es el objetivo de todo personaje fantasmagórico, ¿no? Parece ser una mezcla entre Boogeyman y Slenderman. Que ahora que saco el tema: ¿para cuándo una peli de Slenderman?


El ambiente de por sí, ya es del estilo claustrofóbico, sin salidas, incluso estando en un sitio tan acogedor y protector como nuestro hogar. Ese es uno de los puntos fuertes (de este film y de muchos) en los que utilizan nuestras zonas de tranquilidad, nuestros espacios en los que nos deberíamos sentir a gusto y a salvo, para darles la vuelta, y que se conviertan en mismísimos infiernos, de los que desearías salir. Con ese juego muy bien. Juega muy bien con eso, y con la clásica locura transitoria y paranoide, que transita por la mente de los que están experimentado hechos paranormales. De hecho, a falto de faltar al respeto a la gente mayor de 20-22, es una peli para adolescentes, en los que reírse, asustarse, y meterse mano. ¿Eso la hace exclusiva para chavales? No, ya que a mí me ha gustado y tengo 22; en mis tiempos sí que se hacían buenas películas de miedo.


Un grupo de jóvenes entran en una casa con un pasado atormentado y oscuro y empiezan a ver cosas extrañas que suceden allí, y a los demás. Tenemos a la supersticiosa que cree en espíritus y puede verlos o contactar con ellos mediante un poder que se le ha pasado generación tras generación, a la rubia “huenorra” y un poco tonta, que se cree todo lo que ve y oye, al pobre chico negro que siempre muere en todas las pelis y que intenta hacerse el fuerte hasta que su cabeza cae rodando por las escaleras y al héroe y protagonista amable e incrédulo, que no cree en esas cosas del mas allá, hasta que le dan un guantazo en la cara, con un aparición que le deja los testículos de corbata, y termina siendo el, el que termina con el mal que les atormentaba. ¡Es que es un clásico de terror! ¡Un maldito clásico de terror!


La directora Stacy Title deja claro que no solo los hombres saben asustar al público, y lo deja claro mezclando especias y muchas cosas bonitas, que han hecho a las pelis de antaño, ser lo que hoy son: clásicos en la memoria de los cinéfilos. Stacy Title sabe llevar muy bien al público por caminos que solo les conducen a las dudas y las preguntas, que se crean gracias a sombras que proyecta la luna, abrigos colgados en la entrada, que parecen ser una figura humana, a la espera de que pases por su lado para atraparte, y visiones de extrañas y espeluznantes imágenes, que rodean tu vida sin dejarte descansar, ni intentar luchar contra lo que te está ocurriendo, ya que sabes desde el principio, que la muerte, es tu final. No ha utilizado la sangre como arma para traumatizar, ni el suspense como mira para apuntar. Yo diría, que lo que hace a este film, ser un buen film de terror, y no me cansare de repetirlo porque así es, es la utilización de los clichés más terroríficos y reutilizados, que (como en este caso) si saben utilizar en los momentos oportunos, se podrá captar la ansiada atención del asistente.


El actor y protagonista Douglas Smith ya había participado en otros largometrajes de terror sobrenatural, repitiendo como protagonista o co-protagonista, pero este en especial, a sabido capar la esencia artística, que este chico (por llamarlo así, ya que tiene el aspecto de uno de 21 y tiene 31) tiene atesorada en su interior, a modo de realismo y una puesta en escena tremendamente cautivadora.


Miedosa, clásica, y una de esas películas que agradeces haber ido a ver al cine, por dejarte ver, que aunque lo antiguo no este de moda, sigue dando guerra.




 
 
 

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