Alien Covenant
- alexzv955
- 15 may 2017
- 6 Min. de lectura
El miedo se puede utilizar de muchas maneras, y puede habitar en muchos cuerpos creado formas aterradoras y espeluznantes, de esas, que cuando estas tumbado en la cama de tu solitaria habitación, con la única compañía de un silencio tajante, y una imaginación volátil, aparece sin previo aviso, creando ruidos extraños que provienen del salón, haciendo que veas sombras que pasan por una puerta entre abierta, y lanzándote una mirada penetrante a la nuca descubierta, que se transforman en una larga noche en vela, escuchando y deseando que Morfeo, te lanza sus polvos somníferos, para que así tu calvario termine, y la oscuridad de paso a la luz evocadora de la mañana. Por suerte, y por mala para algunos, este sentimiento de miedo, de terror, no se puede experimentar en las salas de un cine, si no estamos hablando de un magnifico y trepidante film de terror del bueno, de ese que te dan ganas de tener un adorable y blandito osito cerca, para poderlo abrazar, mientras la infinita sucesión de imágenes perturbadoras, hacen meya en tu conciencia.

Hacer una película que de miedo, es un trabajo muy difícil, que solo algunos directores, que tiene el don de crear verdaderas atrocidades en pantalla, que conviertan al espectador en un gurruño agazapado en el asiento, temblando de pavor, y con el sudor frio despeñándose de su frente, es una tarea casi imposible, que por surte, algunos films (que se pueden contar con los dedos de una mano) que se estrenan en un año, son de esos que te devuelven la esperanza en el género del terror. Puede decir sin lugar a dudas, que Ridley Scott es el rey del espacio. Es el rey del terror en el espacio. Un terror de los más claustrofóbicos y complicados de recrear, ya que el espacio es muy amplio, es infinito, pero dentro de su infinidad, hay limitación para recrear momentos de tensión, ya que si la película está ambientada en el espacio, los humanos, lógicamente, solo podemos estar en una nave espacial, o como mucho, en algún planeta alejado, pero eso ya pasa a ser más ciencia ficción, y señoras y señores, siento decepcionaros, pero esta película tiene un 40% de terror y un 60% de ciencia ficción.
Lo que también es tarea difícil para este gran director, es contentar a los fans de su octavo pasajero, que tantas pesadillas creo en la mente de la gente traumatizada y azotada por un nuevo y espeluznante estilo de juego cinematográfico. Esta tarea, que parece inalcanzable, os puedo decir sin pelos en la lengua, que no supera a la primera entrega, ya que nada de lo que ha salido, y vaya a salir podrá lograrlo, por lo que me siento obligado a decir, que Ridley Scott, no ha cumplido las expectativas que había prometido cumplir, y no las ha cumplido, no porque no haya tenido la oportunidad, ya que con esta nueva película, podía ofrecer una infinidad de sustos clásicos y prometedores, y lo que ha hecho, es una muy buena película, muy alejada al terrorífico estilo que se esperaba ver.
Estoy enfadado. Estoy muy enfadado con migo mismo y con Ridley Scott. Estoy enfadado con migo mismo, por dejarme seducir por supuestas e increíbles imágenes que profetizaban el renacimiento de uno de los asesinos sin escrúpulos más perversos e invencibles que le cine ha podido crear. Estoy enfadado con migo mismo, por montarme mi propio película a partir de un magnifico tráiler, y no ser objetivo y mantener las expectativas estables, hasta el término del film. Estoy enfadado con Ridley Scott, por tener entre sus manos, una oportunidad de devolver ese miedo tan claustrofóbico y agobiante a las salas de cine de todo el mundo, y desperdiciarla de una brutal y “cienciaficciera” manera, que te recuerda más a una aventura espacial, que a un film de terror, que se suponía que iba a revolverte las tripas, y no dejar que tu volátil imaginación, campara a sus aires por la escena. Estoy enfadado, sí, pero eso no quita que no me lo haya pasado en grande viendo la película, ya que en sí, el film es tremendo en casi todos los sentidos, sabiendo llevar la trama por caminos en donde hay ganchos que te atrapan con misterio y temor, y no te sueltan hasta que han terminado de torturarte. Estoy enfadado, pero no decepcionado, ya que mi enfado, proviene de un mal control de mis emociones, que he dejado escapar, por el ansia que me provocaba, estar ante un posible retorno, de este bicho espacial, con el que nadie consigue terminar.
Como ya he mencionado, la película es buena, es muy buena, por eso no os asustéis, que si a mí no me a decepcionado, a vosotros menos. No os decepcionara, si no sois unos radicales cinéfilos adictos a ordenar el caos de la nueva era cinematográfica, y que prefieren y preferirán siempre, los clásicos antes que modernos, sin darle ni tan solo una oportunidad; a vosotros en especial, os provocara un disgusto de los grandes. Desde un principio, notas que lago no va bien, de que algo malo está a punto de pasar, y ese algo malo, no tarda en aparecer en escena, desquebrajando las vidas de la tripulación, que está apunto de encontrase cara a cara con el mismísimo demonio. El ambiente que se respira, es tenso y estéril, tal y como se esperaba y deseaba que fuera, ya que si no hueles como se aproxima la muerte, con relámpagos y truenos, anunciando el apocalipsis, mal encaminados vamos. Como ya he mencionado, la trama es fuerte, no comete deslices ni en reparto ni en lógica, está muy bien estructurada, pero, dentro de toda su perfecta continua armonía, que atrae al espectador con cantos de sirenas, te estrella contra las rocas, al descubrir su punto flaco, su talón de Aquiles: poco terror, mucha ciencia ficción + tranquilidad demasiado en escena. Ese, es uno de los puntos, de las causas, por lo que esta película, solo será un vago, pero brillante recuerdo, de lo que puedo ser, y de lo que no llego a hacer en los corazones de los presentes en la sala.
La tranquilidad, en los films del género del horror, solo sirve para amoldar el terreno a la esperada y predecible sucesión de escenas terroríficas que están por venir, y que dejaran al público sin voz, ni reacción. Las (por no decir la) escenas de reposo, de paz, de calma, de creer que todo va bien, en los films de terror, solo se utilizan al principio del film, para lo que ya he comentado, y para el final del film, para hacer creer a la gente, de que todo ha terminado, que la paz ha vuelto a brotar entre tanta muerte y perdición, y no para colocarla como protagonista indiscutible, en demasiadas ocasiones, que solo sirven para dar una información, que sí, no está mal saberla, pero que podía haberse comunicado de otra forma más rápida y menos pausada.
Podría haberse llamado perfectamente “Covenant” a secas, ya que poner “Alíen” en esta entrega, lo veo un poco exagerado, porque, salir, salir, lo que se dice “salir”, el alíen que tantos momentos de tensión nos ha provocado en sus anteriores apariciones (Prometheus no), solo sale en los últimos quince o veinte minutos de la película, y, ¡Bingo! ¡Otro fallo más a la cuenta! Parece que solo diga cosas malas de esta película, pero si leéis otra vez con mas detenimiento, veréis que también describo que el argumento es excepcional, de que el reparto es impecable en todos los sentido de la palabra actuación, y de que la película es espectacular, pero en absoluto terrorífica, tal y como mi corazón, y los de los fans empedernidos de Alíen, deseaban que fuera.
Ya he dicho que todas y cada una de las actuaciones han estado a la altura de las circunstancias, pero tal y como lo he visto yo, una de entre todas, se lleva la palma, y esa es la sustituta de la teniente Ripley, Katherine Waterston, que con su estilo propio, tan emocional y realista, que te hace empatizar con el sentimiento que está reflejando, logra sorprendernos por su valentía y su carácter, ante un estremecedor viaje de colonización, que se suponía que iba a ser sosegado.
Pavorosa, enardecedora, y una de esas películas que agradeces haber ido a ver al cine, porque aunque no satisfaga tus deseos más acérrimos al terror, es una muy buena película, y la has disfrutado bastante.
Comments