La cura del bienestar
- alexzv955
- 26 mar 2017
- 6 Min. de lectura
Hay demasiadas enfermedades sin cura en este mundo. Muchas de estas pandemias, no son ni virus ni bacterias, os estoy hablando, de enfermedades incurables, que te arrebatan el alma y el ser, y corrompen nuestro corazón, como el óxido carcome el metal, de un antiguo barco, que encalló en un lugar más peligroso, que su propia estampa. ¿Habrá algún día, alguna cura, que termine con todo este calvario? ¿No hay nada en este planeta, que nos del bienestar que necesitamos para vivir? ¿Es que ni siquiera alguien, o algo, puede ayudarnos a soportar tal dolor que nos inflige, que nos arrebata nuestra humanidad, y nos convierte en un saco de huesos y carne pútrida, inerte de cualquier sentimiento, que pueda expresar tal dolor que merma nuestra voluntad?. ¡Si la hay! ¡Sí que la hay! Bienvenido seas, viajero desesperado y atormentado por el malestar, a este lugar, en donde todos tus males y todas tus carencias, serán sometidas y arrebatadas, para ser sustituidas, por un agradable y positivo pensamiento de paz y tranquilidad. No temas. Ya no temas más, alma torturada por las injusticias de la vida, ya que aquí termina tu sufrimiento y tu pena. Ya no despertaras jamás con una lagrima de terror y angustia, al descubrir otra mañana más, que toda esa tortura, y todo ese padecimiento que te encoge en el suelo y te deja sin respiración, ya no está, ha desaparecido. Nunca más volverá, porque te lo hemos quitado,

te lo hemos arrancado, te hemos salvado. Pero al igual que nosotros te damos la paz, te pedimos un mísero donativo, que pueda hacernos sentir, que hemos hecho algo bueno, por una persona, que necesitaba ser rescatada; queremos poseer tu vida.
Lo que siempre me ha llamado la atención de estas películas, y con estas películas me refiero a films en los que nuestro protagonista se aventura a descubrir un secreto perturbador, en un alejado pueblo, cabaña o en este caso, hospital, y se encuentra con algo aterrador, que no le dejara escapar con vida de allí, es la desesperación, la claustrofobia que el protagonista y sus personajes, trasmiten al espectador. Sientes como alguien te agarra del cuello, y no te soltara, hasta que dejes de patalear, y tu cara obtenga un color morado, que desemboque a azulado.
Es muy difícil hacer un film, que aterrorice de verdad a la persona que se ha dirigido al cine, y ha elegido tu película, entre toda la magnífica cartelera que hoy podemos hallar en nuestros cines, pero como dijo no se quien: La palabra imposible, solo se hace realidad, para los que de verdad creen en ella. Lo que también me empujo a elegir esta película, y no otra, es el gran parecido que tiene con el espléndido e insuperable film de Martin Scorsese, que un buen cinéfilo que se precie, debe saber al instante, de que película estoy hablando. ¡En efecto! ¡Si! (Lo hayáis sabido o no) Es “Shuter Island”, ese perturbador largometraje de este magnífico director, que te arrancaba durante toda la proyección, migas de realidad y cordura, y te dejaba con la boca tan desencajada, que aún hoy en día, después de 7 años, sigo sintiendo el mismo miedo y las mismas ganas de escapar de ese lugar. Pero hoy no vengo hablaros de “Shuter Island”, sino de la Cura del bienestar, un film de lo más complicado y excelente, que no te dejara duda, para seguir creyendo, en que el terror psicológico, sigue presente en nuestras pantallas.
Nada más atravesar sus puertas metálicas, que nos advierten con una amabilidad poco sincera, sabemos que allí, a lo largo de las casi dos horas de proyección, van a ocurrir sucesos, que trastornaran nuestra mente, y nos volverán tan locos y perturbados, como las personas que allí conviven. ¿Y si fuera todo lo contrario? ¿Y si nosotros creyéramos algo, que es tontamente opuesto a la verdad? ¿Y si fuéramos nosotros los intrusos, la amenaza, que ha venido allí, para desbaratar la extraña y apacible tranquilidad estéril, que se desparrama por los blanquecinos pasillos de un balneario, con demasiados secretos que esconder? Pero no, en esta ocasión, no será así, ya que al parecer me estoy volviendo inmune a que destruyan mi conciencia con engaños clásicos, que sí que podrían confundir las mentes de los espectadores más amateurs, que solo han venido, a llevarse una buena tensión, servida en bandeja de plata.
Mis ojos, y al menos mis ojos, han visto desde el principio, el final más claro, el final más evidente. Es por eso, y solo por eso, que estoy un pelín decepcionado con este esplendido film, ya que si, “gustara” (a medias) a los que no están acostumbrados a presenciar sustos, traiciones y desenlaces, que ya han sido usados y reusados con anterioridad, en los thrillers psicológicos tradicionales, pero no hará, que los corazones de cinéfilos como yo, empedernidos y obsesos por encontrar el film que corrompa su mente y su alma, queden del todo satisfechos, con el mejor thriller que hay ahora en cartelera, pero no el apto, para entrar en la corta lista de películas que han desbaratado por completo tus planes, de ver algo, que al final es todo lo contrario a lo que se suponía que debía ser.
El director Gore Verbinski ha querido crear, una atmosfera claustrofóbica y aparentemente apacible, en donde todos tus males y enfermedades, quedaran destruidos, con una terapia de relajación y meditación, mientras contemplas los preciosos parajes suizos, y duermes y respiras por primera vez en tu vida, con una total tranquilidad, que sientes miedo, por abandonar este paraíso; eso lo ha hecho excelente. Lo que no ha hecho, es lanzar nuestra mente a la estratosfera, manipularla a su gusto, y hacer que nos adentremos en las tinieblas más descabelladas, en donde nuestra imaginación y premonición, no pueden llegar, ya que no nos da tiempo, porque ya no somos dueños de nuestro cuerpo y nuestro ser. La película es si, es fantástica, tiene de todo lo que se le puede pedir a una buena cinta de terror psicológico, pero le falta esencia, y esa ausencia de esencia, la vas notando durante sus progresión, ya que la trama parece que te va a entregar algo, que al final no te da. Te agarras con fuerza a los brazos del sillón, esperando un buen susto que acelere tu ritmo cardiaco, pero nunca llega, y tu gozo cae en un pozo muy, muy, muy profundo, del que ya te cansas de ir a rescatarlo, y llevarte la misma decepción.
Por favor, siempre os lo digo: Que critique negativamente una película, no significa que no sea apta para ser vista en el cine. Es una película que os recomiendo mucho ir a verla, porque lo vais a pasar bien, os va a gustar a la mayoría, os va estremecer en según qué escenas, os va a arrancar una mueca de desgarro en vuestro rostro, por contemplar imágenes que erizaran el pelo de vuestros brazos. Lo que me cabrea de este largometraje, es que durante toda su historia, no parece que vaya acabar como acaba, ya que es un término de lo más simple. No me imaginaba, al ver el tráiler, que me encontraría con un final de serie B, de esos que parece que el guionista, tenía mucha prisa por terminar, se le ido la hoya por completo, y ha decidido no complicarse mucho el “coco” por si se le quemaba pensando un desenlace que dejaría al espectador, con la boca abierta, deleitándose con un sabor de complejidad e idoneidad, que te deja el “run run” en la cabeza, durante semanas. Y solo por eso y por no explotar aún más una historia que podía sacar mucho más jugo del que se ha visto, es por lo que no ha triunfado está casi excelente película. Lo que la salva también de caer en el abismo del olvido, es la espléndida y aterradora banda sonara, quien mientras encandila y hechiza tus sentidos, se mezcla con pureza, con una atmosfera estremecedora, que te indica que estas en el sitio menos adecuado del mundo.
El actor Dane DeHaan es otra de las claves por las que este film, no ha sido un completo fracaso, ya que no es por su desesperada y descolorida interpretación: que la hace muy bien, eso por supuesto. Es por sus ojos, que están cansados de vivir una vida llena de nada. Es por su mirada, que esta descolocada y hundida en un mar de sinsentidos, que nunca encuentran la orilla adecuada. Es por su rostro blanquecino y fantasmal, que pide a gritos que algo o alguien le salve de su sufrimiento. Y ese es exactamente el personaje que encaja con aspecto sublime, con esta torturada película.
Lustrosa, intrigante, y una de esa películas que agraces haber visto en el cine, por su agradable forma de intentar destruir tu mente.
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