Rings
- alexzv955
- 13 feb 2017
- 6 Min. de lectura
Ella te ve, aunque creas que estas solo. Ella observa todo lo malo y oscuro que recorre tus entrañas. Ella te sigue cuando caminas por un ennegrecidos y tétrico pasillo, que a falta de luz, sobran los miedos que se te clavan en la nuca. Ella es esa respiración repentina, que te despierta por la noche, y te petrifica en la cama. No te mueves, no puedes moverte, tienes un terror insoportable, pero estas dormido, o eso crees, porque si tuvieras la valentía suficiente, te levantarías de un salto, y encenderías la luz, para descubrir, que ese misterioso ahogo, era el viento colándose por tu ventana; la noche ya ha sido estropeada, y en vela te la pasas. Ella ese es extraño ruido, que proviene de la cocina, que aun estando solo en casa, algo se ha escuchado. Quieres ir a ver que es, pero una sensación de temor te mantiene sentado en tu habitación, mientras contemplas la puerta entreabierta, y te maldices por no haberla cerrado del todo. Ahora lo único que te queda, es dirigirte con cautela y paso firme, hacia donde provenía ese desconocido sonido, y rezar, para que solo haya sido el gato, que se ha tropezado con la sartén; pero tu no tienes gato. Estés donde estés, hagas lo hagas, luches hasta caer rendido en el suelo

mojado por la sangre de los que han muerto en el intento, nunca lograras acabar con ella. Hay una razón lógica e inamovible, para que nunca llegue su fin, y pase todo lo contrario con el tuyo: Hollywood, y sus ganas de explotar todo lo bueno. Una especie de “explotación cinentil”.
Un misteriosa y perturbadora cinta de video, que llega a tus manos aún más misteriosa y perturbadoramente, para acabar con tu vida, al recibir una llamada al terminar de visualizar el aterrador cortometraje, que te dice que en siete días, morirás, pero lo que no te dice, es que durante esa larga espera, sufrirás también, bajo la condena de torturas insoportables que quebrantaran tu cabeza. Así que se podría decir que te mata durante una semana, ¿Por qué? ¡Yo que sé! Tú te crees que si los espíritus vengativos, los asesinos en serie o los monstruos del averno, tuvieran que explicar los motivos de porque hacen lo que hacen, lo acabaríamos entendiendo y diciendo: “Ooooh, pues tienes toda la razón, no me extraña que estés tan rabioso y tengas esa sed insaciable por matar a gente inocente. Déjame que me tumbe en el suelo con las manos en la cabeza, y así me matas con más facilidad. De nada hombre, para eso estamos”. Va a ser que no.
Las películas de terror, tiene una fama muy pésima en estas décadas tan marchitas para este gran género, que antaño causaba tantas pesadillas y gritos, ya sean de hombres o mujeres. Pero, poco a poco, estamos viendo, que los directores y los guionistas, se va dando cuenta, que lo que los espectadores de ahora, fans de pasarlo verdaderamente mal en el cine, lo que queremos es que innoven, sin que se les vaya la hoya, con tramas estúpidas e incomprensibles, que solo sirven para rellenar taquilla. La gente de ahora, es muy exigente con los films de terror, y no es para menos, ya que están cansados de la misma basura de siempre, y no es culpa nuestra que tengan ese mal prestigio, es culpa de las empresas X (no voy a decir de donde proviene el problema, porque todos somos suficientemente listos para saberlo) hacen pelis de un presupuesto mínimo y con un guion de lo más soso e infumable, para conseguir una recaudación por encima de esa financiación, y se quedan tan contentos, a la espera de volverla a cagar; son unos vagos, que tiran 10 botellas al aire, y conque una caiga de pie, ya les vale. Esto, por ejemplo, no es lo que ha ocurrido para la franquicia estadounidense de “The ring”, ya que la primera fue suprema y la segunda no estuvo pero que nada mal. Pero debemos dejar una cosa clara: “The ring/ La señal”, no es original de estados unidos, es japonesa. Ya sé que no os sorprende oír esta noticia, ya que muchos de vosotros, fans del terror, ya lo sabíais, pero para los que desconocíais esta información, no estéis asombrados, ya que no es la primera vez que el país líder del mundo mundial, coge algo bueno de otro país, para poder sacar el también tajada: REC, El grito, The eye.
Y después de este breve soliloquio escrito, vamos a hablar de que me ha parecido la película, ¿no? Pues veamos, la película en si no es mala, porque ningún film de terror, que ha sido destinado para estrenarse en la gran pantalla, y ha pasado por diversos profesionales, que han decidido, que se debía estrenar en el cine porque creen que gustara a los espectadores, no llega a ser malo, malo, malo de verdad. Aunque a veces hemos llegado a ver chapuzas impresionantes, y no me refiero a nadie (saga Paranormal Activity). Pero, como ya os habréis dado cuenta, mis rodeos al andarme por las ramas, y no querer ir al meollo del asunto, y querer admitir, que no me ha impresionado en ningún aspecto, se ve desde lejos. Como ya he dicho, la película no dejara descontento a ningún espectador, que tenga las expectativas mediana/bajas, pero sí que defraudara (bastante) a los fans empedernidos del terror y el suspense, que con las anteriores se hicieron popo en sus calzones, y deseaban que ocurriera otra vez, esa misma experiencia. Por desgracia, nos topamos con un film, que no llega a ser mediocre, porque sabe cómo mantener tu atención sin que te desvíes a contemplar que hay más allá de la escena, pero que te provoca en demasiadas ocasiones, repentinas ganas de bostezar, y echarte un sueñecito.
El director español Francisco Javier Gutiérrez, no sé si lograra asustar al público americano, con sus sustos clásicos y sus básicas escenas, que deberían asustar, y hacen todo lo contrario, pero estoy seguro, que al público español, no le va a provocar, ni un ápice de escalofríos en sus carnes. Sí que es cierto, que la atmosfera que ha creado, es la que hemos podido ver en las dos anteriores: tétrica, nublosa, oscura y persecutoria. Eso lo hace de “P” madre. Pero lo que no hace, es aterrorizarnos como debería, y eso es extraño, ya que tiene en sus manos, un guion que en el pasado, causo pánico y furor en las salas de todo el mundo, pero que en el presente, solo ha servido como decoración de la parrilla cinematográfica. No creo que sea un fracaso de taquilla, ¿pero un peliculón? De eso ni hablar. Escribo con prosa seria y acusatoria, porque ya me estoy empezando a cansar, de tanto bombo y platillo con las pelis de terror (no hablo de las comedias porque eso ya no tiene solución), que nos venden una moto esplenda, brillante y jugosa, una de esas motos que cuando las montas, te entra ese pánico en el corazón, que lo acelera hasta la taquicardia, y te sumerge en un sombrío mundo de pesadillas. Y lo que nos están haciendo demasiado a menudo y con aun más demasiado descaro, es darnos gato por liebre, y esperar a que caigamos en la trampa, al ofrecernos una dosis estéril de esa ansiada adrenalina, que nuestro cuerpo nos pide agritos.
En definitiva, la película será buena y asustara, solamente, a esa gente, que se asusta incluso de su propia sombra, pero a los que pedimos un poco más de caña de la buena, de esa que te pone de verdad los pelos de punta, y te inflama las pupilas a la espera del terrible final, solo nos provocara un: “Bueno, hay de peores”.
La actriz Matilda Lutz no tiene la culpa de lo que le ha ocurrido a la película, ya que ella ha hecho su trabajo muy bien, y con gran interpretación; aunque no se le pedía nada de otro mundo. Matilda, actúa como una joven desesperada y atractiva, que busca encontrar el origen de un mal, que la acecha y la persigue; la clásica mujer de este tipo de género, que sin ningún conocimiento en nada de lo que está pasando, y ninguna habilidad física para llegar muy lejos, se enfrasca en una trepidante búsqueda de la verdad.
Miedosa, clásica en el mal sentido, y una de esas película que te gustan, pero que no sacia en absoluto, tu voraz apetito por el terror.
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