Hasta el ultimo hombre (Hacksaw Ridge)
- alexzv955
- 10 dic 2016
- 4 Min. de lectura
No hay hombres buenos, no en la guerra; un lugar infernal donde la sangre y la muerte se desparraman por los cráneos de los caídos, y te obligan a matar o a ser matado, y te niegan cualquier oportunidad de sentir pena o remordimiento, por esa familia, a la que le has arrebatado un padre y un marido. Tienes el deber de luchar por tu país, en una guerra en donde a niños, les colocan un casco y una pistola, y esperan que vuelvan a casa, envueltos en un mar de lágrimas y tristeza, que perdurara y supurara angustia, de los corazones rotos y destrozados. ¿Qué sacamos de todo esto, aparte de una esquela con tu nombre? Condecoraciones y una sonriente foto tuya, enmarcada en un tablón, que hará que te recuerden, como un esclavo más, en otra guerra más sin sentido, que ni tan solo era la más mínima parte, de las que están por venir, y las que se están construyendo en este instante.
Hay muchas, y cuando digo muchas, me refiero a muchas películas bélicas. Pero en estos tiempos modernos que corren por las calles, la gente quiere cosas nuevas, y después de probar esas cosas nuevas un par de veces, piden más, y más y más. Es por este motivo, que los guionistas y directores de cine, se tiene que torturar la imaginación, para encontrar algo novedoso, que atraiga a un público, muy difícil de contentar. ¿Cuál es el truco para sorprender tanto al espectador, para que al terminar una película, se quede sentado en su butaca, pensando que lo que acaba de ver, no se lo esperaba? El director y actor Mel Gibson, conoce muy bien este truco, y lo plasma con maestría y perfección en sus películas. Deseáis que os cuente el truco ¿verdad? Pero si es muy simple: Sentaos, respirar, cerrar los ojos, y escuchar el latir de vuestro corazón, ¿Qué os dice? Nada ¿verdad? Escuchar más detenidamente, lo que os está pidiendo vuestro corazón, es sentir, sentir amor, sentir pasión, sentir terror y sentir tristeza, que sea todo tan real, y a la vez tan inofensivo, que con solo esperar a que se termine la película, desaparezcan esos sentimientos de “realidad engañosa”. Mel, damos gracias a dios y a la madre que te pario, por darnos una estrella del cine, que haga que nuestro corazón y nuestro cerebro, se alíen en un trato, para dejar todo lo que estemos haciendo, e ir directos a la taquilla del cine, y elegir tu película, para emocionarnos, sorprendernos y formar lágrimas en nuestros cristalinos ojos.

No es apta para cardiacos y “sensiblones” de la sangre. Vais a sufrir. No os toméis a broma estas palabras porque no son afirmaciones, sino advertencias. Si no estáis preparados emocionalmente, para pasar por tal frenética masacre de bolas de fuego que funden la carne humana, como helados que se derriten en el asfalto, un día de verano, ni os plantéis ir a verla. Pero en cambio, si lo que queráis ver, es la mejor película del año, la mejor película de Mel Gibson, os invito con mucho gusto, a que mováis vuestros culos del sillón, y aunque sea solos, ir a ver, un film tan desgarrador como humano, que hará que tu corazón estalle en mil pedazos, y que de esos pedazos, florezcan sensaciones de terror y belleza, por descubrir, de verdad, la cara más oscura, del ser humano. Traeros una faja de metal, unas gafas de titanio y unos tapones para los idos, porque vuestro cuerpo no está acostumbrado, a tal estruendo apoteósico de explosiones, explosiones, gritos y explosiones, que harán que tus tripas se desparramen por el suelo, tus ojos sean lanzados hacia el vacío de la sala y tus tímpanos reventados con esplendor.
Es una película única en su especie. Es la primera película, que junta amor y guerra con tal maestría y pasión. Es la primera en conseguir sacar algo bueno de la guerra, y dejar que veamos, la verdadera estampa del héroe de verdad, el héroe que solo con esperanza y fuerza de voluntad, se niega a rendirse, y se queda en al campo de batalla, para que ningún hombre herido, quede a merced de la hambrienta muerte, que es invitada a su fiesta preferida.
Andrew Garfield, ¿Quién es Andrew Garfield? Tranquilos, que desde ahora sabréis quien es. Es un chico, que me ha demostrado, que nunca hay que dejar de dar oportunidades a las jóvenes estrellas. Cuando lo vi por primera vez interpretando al guapetón hombre araña, lo califique como “el Edward Cullen con telarañas”. Lo descarte inmediatamente como un actor prospero, y la bofetada que me he llevado, al verle quitarse la máscara de superhéroe, y dejar ver su faceta más heroica, me avergüenza y me sorprende. Un gran aplauso no servirá para disculparme por mi prematura acusación, pero si sirve de algo, te dejo estas palabras de felicitación y agradecimiento, por mostrarme que puedo equivocarme y por dejarnos una actuación, digna, de un actor, con un futuro muy favorable.
Soy indigno para calificar esta película, ya que no hay nota tan alta, que puntualice o describa, lo extraordinaria que es, así que dejare, que ella sola se proclame, como el film del año.
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