Animales fantasticos y donde encontrarlos

Hay un lugar, donde antes solo existía en la escritura, en la imaginación de la gente. Un lugar, donde alzabas un trozo de madera en forma de palo, y podías hacer que la casa se limpiara sola, petrificar a un enemigo, abrir puertas, e incluso matar. Un lugar, tan desprovisto de esperanza de existencia, que gracias a la magia del cine, pudimos dejar volar nuestra imaginación, como el fénix voló sobre Potter, para entregarle el arma, que destruiría al Basilisco. Este mágico lugar, este mágico mundo lleno de fantasía y diversión, que la increíble J.K.Rowling, nos trae otra vez a nuestras vidas, en forma de una nueva historia, que cruzara caminos con las anteriores, nos deslumbrara y embelesara de una extraordinaria forma, que nos sentiremos como en casa.

¿Es esta una trepidante y emocionante película? ¿La respuesta no esta tan clara, verdad? Aparecerán los “ultra Potter” defendiendo la larga saga de maravillosas películas posteriores a estos acontecimientos, y abuchearan sin criterio ni ingenio, cualquier nueva propuesta para desbancar su universo. Ignorantes, solo son ignorantes. A pasado y seguirá pasado, que la gente sin mente criticara sin criterio las nuevas películas que pasan de libros a pelis, o, como en este caso, de pelis a precuelas. ¿Qué porque lo hacen? Tienen miedo, de que caigan en el olvido, pero eso jamás podrá ocurrir, aunque nos “desmemoricen” a todos. Que quede claro que esta no es una nueva película de Harry Potter, ni que saldrá alguien de su pasado haciendo un cameo, o que explicara sus orígenes. No. Todos, incluido yo, deseábamos con todas nuestras fuerzas que Daniel Radcliffe se pusiera otra vez la túnica, y que con barita en mano, nos trasportara de nuevo a su mundo mágico, ¿pero os habéis planteado que a lo mejor, eso sería un error tremendo? ¿Un error que haría que toda las saga de impecables films, quedara destruida por una continuación? No lo sabremos hasta que pasa (y estoy seguro de que pasara), pero hasta este tardío momento, nos tendremos que apañara (y no nos costara mucho hacerlo) con nuevos personajes y nuevas aventuras, tan estupendas como las del intrépido trio de jóvenes magos.

Una guía fantástica de animales maravillosos y bellísimos, que nos enseñara a apreciar aún más a una especie muy poco considerada, y a despreciar un poquito más, a una atroz raza humana, que no aprende de sus errores, si no que se casa con ellos. Unos personajes peculiares y extrovertidos, que harán que nos sumerjamos en una entretenidísima trama de acción, aventuras y magia, que era lo que hace 5 años, desapareció con maestría, de nuestras “muggles” vidas. Unos decorados y ambientaciones impresionantes e impecables, que te harán llorar en el suelo, en posición fetal, por saber que lo que estás viendo, solo existe en la ficción.

David Yates (director de las cuatro últimas películas de Harry Potter), nos ofrece una nueva historia en una época muy distinta a la que hemos podido ver antes. Un nuevo continente, gobernado de una forma un tanto diferente a la del congreso de magos, pero con una ley inquebrantable: Los “No Macs”, no deben conocer que los magos y las brujas, vivimos entre ellos, protegiéndonos a nosotros, ¿o a ellos?

Es una película que sí, te va a encantar, te va a emocionar. Te va a gustar, y punto. Te va a gustar porque es un universo renovado, lucido y sensible con las emociones humanas y animales, que logran calar en lo más hondo de tu corazón. No puedes decir que es una mala película, porque no intenta imitar a su antecesora, no insulta a su antecesora, la respeta ignorándola y no darle más poder y atención, del que ya tiene. Y eso es un agradable detalle por parte de Rowling, por querer crear algo brillante y novedoso, a partir de algo que todo el mundo conoce y reconoce. Un aplauso bien grande, sería demasiado escaso. Miles de aplausos no se acercarían ni tan solo a la excelencia y perfección, que Rowling, Yates y todo su gran equipo, han logrado impregnar, en cada una de las escenas, sin que nadie, salga decepcionado del cine. O al menos eso me ha parecido sentir y ver.

Eddie Redmayne es un rostro sensible, sentimental, afectuoso, sincero y ¡real! ¡Es real! Sus expresiones son reales, sus palabras son reales, sus acciones son reales. El, no interpreta a un personaje, él vive su personaje, y gracias a este extraordinario don, podemos disfrutar a un más de este gran film, que no hubiera sido tan grande, sin su agradable aparición.

Novedosa, brillante y extraordinaria.