Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás

Luchas por tu país, luchas por tu familia, luchas por todos los que no pueden defenderse. Proteges a tu país, matas por tu país y si hace falta, mueres por tu país. Pero, ¿por quién estas luchado de verdad? ¿A quienes estas protegiendo con tu vida? ¿Luchas por tu país, o por los que lo controlan? No quieres admitirlo, pero para ellos, solo eres un peón más, tan prescindible como cualquier otro, y te das cuenta de esto, demasiado tarde para poder salvar tu vida. Te han traicionado, te han mentido, te han intentado matar, te han hecho sufrir, y tú les has dado tu vida, tu confianza y tu honor. Entonces, ¿que se merecen? Sufrir igual que tú, o incluso más.

Tenemos dos tipos de superhéroes, los superhéroes de comic, que con sus súper poderes defienden la humanidad del crimen, de villanos invencibles y de la destrucción del mundo entero, por parte de un asteroide gigantesco, que se abalanza sobre el planeta tierra. Después tenemos a Cruise, a Tom Cruise, que es más que un superhéroe con súper poderes, es un héroe y un antihéroe, que no necesita súper fuerza o visión laser, para machacar a “to quisqui”. Es una mezcla coctelera explosiva que te demuestra que más vale maña que fuerza.

El tráiler tenía todo lo que una película de acción puede pedir. Tenía venganza, tenía explosiones, tenía hostias a tutiplén, tenía tiros y tenía a un hombre, con un solo objetivo en mente: acabar con las injusticias. Ahora viene la parte en la que digo que es una de las mejores películas de Cruise, que es mucho mejor que la primera, y que te pone la sangre a “full”, al puro estilo americano. Pues bueno, mala no es, eso en absoluto, mejor que la primera tampoco, no es una de las mejores pelis que ha hecho Cruise, pero nos da adrenalina a chorros, que es lo que veníamos a buscar.

“Segundas partes nunca son buenas”. Esta es la típica y clásica frase que siempre se escucha, al mencionar una segunda entre de cualquier película, y está muy mal dicha. Yo especificaría mejor y diría: “Casi todas las segundas partes no superan a la primera”. Esto es lo que ha sucedido exactamente con esta nueva película del director Edward Zwick, que le ha tocado apañárselas para intentar captar al espectador, con dos nuevos objetivos que el agente Reacher tiene que solucionar. En definitiva, engancha a los que tiene que enganchar, sin pasarse mucho de la raya, que es lo que la primera parte nos daba con tanta diversión morbosa.

Me encanta. Definitivamente, me encanta Tom Cruise. Es el mejor actor de acción que he podido presenciar en la gran pantalla, nunca decepciona, y a los amantes de los agentes fuera de la ley, que se toman la ley por su mano, como si fueran máquinas de matar, nos encanta y fascina. Su rostro te hace creer que no hay barreras que le detengan, que nadie puede pararlo, y que si te entrometes en su camino, la has “cagado”, y mucho. El tiempo ya se le empieza a notar en el rostro y torso, pero no lo dirías viéndole actuar de tan “juvenil” forma.

Entretenida, acionera y bueno, no te va a matar.