La llegada

Levantamos la vista cada día que salimos a la calle para mirar que día hace ¿me equivoco? Pues sí, me equivoco. No todos levantamos la cabeza hacia el cielo para ver si hace sol o esta nublado, muchas personas alzamos la vista para replantearnos si lo que vemos es todo lo que hay, si solo hay estrellas, un sol y una luna, planetas y una oscuridad mezclada con la soledad de la nada. Otros, puede que lo hagan para ver si sigue ahí su dios todo poderoso que controla su vida y su destino a placer según sus acciones. No sé si en el cielo solo hay estrellas fluorescentes o un ser omnipresente, lo que si se, es que no estamos solos, y un día de estos, no sé si será mañana o dentro de 8.000 años, pero un día, lo sabremos.

Las pelis de marcianos siempre se han enfocado en sacar el lado más guerrillero y defensivo del ser humano en plan: “¿Un objeto no identificado aterriza en nuestro planeta? Coger todas las armas que podáis y disparar antes de preguntar”. Pero alguna vez nos hemos replanteado la pregunta, de que solo vengan a saciar la misma curiosidad que a nosotros nos reconcome por dentro, que es la de: ¿Estamos solos en el universo?

Antes de empezar a diseccionar el interior de la película, me gustaría destacar que la banda sonora es penetrante hasta el punto de clavarse en tus oídos como alfileres de algodón, y recorrer tu cuerpo con un escalofrió que temes por tu vida, pero que deseas que se repita.

Es muy difícil hacer una película de invasión alienígena, sin caer en el estereotipo de ataque inminente de un ser de otro mundo, por eso el director Denis Villeneuve se merece un gran aplauso y una aún más grande ovación, por crear este espectacular filme, que ha logrado que a todos los que nos gusta sentir algo más en el cine, que la predecible sensación que esperamos sentir, se desvanezca como el polvo en el viento, y nos abrace una trama tremenda, perturbadora y que te engancha con un cebo que cuando ves el tráiler, no te esperas dejarte llevar por su magistral historia.

Parece que te vayas a encontrar con una peli de ciencia ficción, pero solo lo parece. Crees que puede que haya acción, con tiros, explosiones y una guerra entre la raza humana y una raza invasora, pero te equivocas. ¿Drama entonces? Sí que hay drama, pero tampoco lo es todo. ¿Entonces qué? ¿Un coctel de muchos géneros juntos en una sola película? ¿Qué “cacao mental” verdad? Confusión e incertidumbre es lo que me encuentro, al intentar encasillar este fascinante film en un solo género. Dejémoslo en que te va a gustar. Te va a gustar mucho. Cuando salgas del cine, no sabrás porque te ha gustado tanto, pero lo aceptaras, por el mero hecho de haber visto algo diferente a lo que estás acostumbrado a ver, por ver algo más que la realidad, algo más que humano, algo precioso.

Como no describir la increíble actuación (sin pasarse, pongámosle un 85% de buena actuación), de la gran actriz Amy Adams, que nos convierte en protagonistas de su indescriptible historia, creando nudos en la garganta y huecos en el corazón.

Bonita, apasionante y bellísima.