Doctor Estrange (Doctor Extraño)

¡Magia! ¡Hechicería! ¡Brujería! ¡A la hoguera con esos maleficios mal intencionados, que quieren corromper nuestra cuotidiana y apacible vida, dejándonos ver lo que no somos capaces de asumir ni aceptar! ¡Ingenuos! ¡Todos somos ingenuos!

Las paredes se caen a pedazos como trozos de escamas de una víbora venenosa, que cambia de piel, para ser más grande y poderosa. El cielo se tiñe de un gris cristalino, que intenta imitar a un espejo que se mira en un charco, que refleja su reflejo. El suelo se agrieta y se descompone en miles de huecos vacíos e infinitos, que dirigen tu caída a una caída infinita y torturadora, donde por siempre jamás, seguirás reviviendo una y otra vez, el recuerdo de haber jugado con algo que

no deberías haber tocado. Solo unos pocos son merecedores de poder manejar el tiempo y el espacio, moldeándolo a su antojo, no por fines lucrativos, sino para poder proteger a los que deben ser protegidos.

No soy fan de Marvel. Ya lo he explicado en otras críticas anteriores, pero nunca viene mal dejarlo claro, para aquellas mentes cuadradas, que se limitan a “criticar”, sin saber el principio de la historia. No me he leído ningún comic de ningún superhéroe de ningún mundo de Marvel. ¿Por qué? Simple: no me llaman la atención, y prefiero ver la película. ¿Qué soy un vago? No podéis estar más equivocados. Me gusta leer, pero me gusta más el cine. Punto y sanseacabó. Criticare las películas, así que si son o no fieles a los comics no me interesa en absoluto.

Tengo un dato curioso que añadir: Yo siempre que voy al cine, llevo con migo una libreta y un boli, para apuntar datos, curiosidades o “intros” de críticas, en plena película (si, puedo escribir en la oscuridad) y así impedir que la inspiración me pille por sorpresa. He vuelto a casa con tan solo 2 páginas escritas, y fueron escritas antes de entrar a la sala. ¿Por qué? Porque la película me ha mantenido tan atento a la pantalla, que mi mano no se movió de su sitio, ni tan solo para soltar el bolígrafo.

Es una de esas películas que no sabes si va a ser buena o mediana. Sabes que mala no va a ser, porque si no te gustan las películas de Mravel o de superhéroes, ni te planteas ir a verla. Pero, desgraciadamente, no muchas veces, nos podemos topar con una aventura de acción de ciencia ficción, que mezcla este coctel explosivo con tanta suavidad y maestría, que para cuando lo lancen al público, explote de una maravillosa y brillante forma, que deslumbra, mantiene e interesa, incluso a los “niñatos malcriados zoquetes” que pagan diez euros de entrada, para saltar, gritar y comentar una película, que, por extraño que parezca, los demás que estamos allí, hemos ido a disfrutarla, no a malgastar nuestro dinero y tiempo.

El director Scott Derrickson, siempre ha tenido un repertorio de films tirando más a terror, y cambiar su mundo de tinieblas y sustos, por un mundo “Marvelidiano”, donde las cosas parecen ser cosas que imaginan en sueños que crean lo que tú estás viendo, es un cambio de dirección importante. Mi miedo de encontrarme un “bodrio” de película con mayúsculas, no era infundado, ya que los batacazos de cartelera que este director tenía en los últimos años, no profetizaban una buena película. ¡Anda! ¡Pero qué maravilla! ¡No me lo puedo creer! Esas fueron mis reacciones de alegría, complejidad y satisfacción, al ver que la maldición de películas deplorables, se terminaba a la cuarta oportunidad. Es una película que te va a encantar, por el mero echo de no aburrir con escenas innecesarias, e intenta con éxito mantener al espectador, con los ojos bien abiertos, disfrutando de una actuación estelar, tanto del reparto como del equipo técnico, que te sumergirán en una estrambótica y llamativa realidad, donde todo lo que puedas crear y pensar, se cumplirá.

Benedict Cumberbatch, un actor, que aunque no me haya leído los comics de Doctor Strange, sí que he visto algunas viñetas suyas, y, vaya que si se parece. Tiene un rostro que infunde confianza y esperanza, con unos toques faciales que pensaras que te está engañando, pero te dará igual, porque mientras sea el, no importa.

Tilda Swinton es una actriz esplendida y cautivadora, que lo primero que se te viene a la cabeza es que es una malvada bruja invernal, que quiere matar a todo el mundo y reinar en su reino de hielo, ¿me equivoco?

Mads Mikkelsen es un actor que me encanta. Me encanta con mayúsculas: ME-EN-CAN-TA. Es una persona con un rostro neutral, pero que algo en sus ojos te dice que esconde un secreto malvado. Esconde en lo más oscuro y profundo de su ser, un apetito voraz por devorarnos a todos con sus afilados dientes.

Magnifica, excelente y, lo más importante, entretenida.