Cuerpo de Elite

Vivimos todos en el mismo país pero cada comunidad autónoma tiene su forma de vivir, su forma de pensar y su forma de hacer las cosas. Y por supuesto, cada comunidad tiene sus fuerzas del orden. Algunas están en territorios muy en batalla políticamente hablando, y otros ni fu ni fa; mientras no les molesten les da igual. Siempre hay politiqueo en todas partes, y llevarlo al cine en forma de comedia, es una buena forma de tomarse todo esto con un poco más de “gracia”; y eso es de agradecer. Siempre ha habido diferencias culturales y lingüísticas entre las comunidades españolas y siempre las habrá; eso es un hecho irrefutable. Por eso una película que junta a diferentes representantes de las autoridades de las comunidades en más “bullicion”, es una idea acertada que llama la atención de todo el mundo.

Está claro, y era de esperar, que el protagonista de la película fuera un madrileño. No es por nada, pero se veía venir esta elección, porque son como los americanos: Tienen que ser ellos quien nos salven el culo. Cada una de las autoridades tiene su extraña eficacia, cada personaje aporta algo al grupo. El legionario españolista radical colombiano exiliado Juan Carlos Aduviri tenía que estar como representante de la España profunda y dura, haciendo de rarito del grupo que cumple con la misión hayan los altibajos que hayan, el Mossos d’Escuadra Jordi Sánchez es la inteligencia y la soberbia que soluciona los problemas tecnológicamente, la guardia civil Maria Leon es la hembra de la manada y la que mata callando, el madrileño torpe pero líder eficaz Miki Esparbé es un hombre que quiere ser algo importante en la vida pero la vida no quiere que lo sea y el Ertzaintza Andoni Agirregomezkorta es el brazo fuerte del grupo y le da igual atravesar una pared con la cabeza.

El director Joaquin Mazón nos da una película con unas risas no muy exageradas, pero que mezcla Torrente y 8 apellidos en una maniobra que te sabe encaminar hacia un filme “accionero”, que a lo misión imposible agrada a todos por igual sin criticas sosainas. Es una divertida comedia familiar que divierte por su delirante e intrépido equipo multicultural que utilizan la clásica estrategia de policías inútiles y patanes que entre tropiezos y chaladuras, resuelven el problema.

Sí que es verdad que no utilizan mucho los típicos clichés sobre acentos o ideologías, para que catalanes, madrileños, españoles de pura raza, vascos o andaluces, no se sientan ofendidos o agredidos sin querer. Y eso es una tontería tan grande como que Cuenca está avanzando en células madre. Otra verdad es que se presagia una tandada más de un par de entregas, que si las hacen igual que esta, no abra problema alguno en que no se lleve bien con los espectadores más exquisitos.

Tronchante, entretenida y no muy exagerada.