Star Trek: Más Allá
- alexzv955
- 20 ago 2016
- 3 Min. de lectura
Antes de empezar a relatar lo que para mí ha sido una aventura bastante entretenida, pero que la descartaremos para volver a ver, en más o menos 3 años. Me gustaría dejar claro algo que ya he dejado claro en otro post de mi ignorancia sobre un tema: Para empezar, no soy fan de la exitosa serie televisiva “Star Trek”, más que nada porque es de una época a la que yo no pertenecía y tampoco es que me llame mucho la atención tantas maravillas espaciales. Esto no quita que, aunque no llame “mucho” mi atención, no me complazca en algunos aspectos que en mi indescifrable mente, se hayan si respuesta alguna. Lo único que se dé “Star Trek” es que fue una serie televisiva de los 60 que alcanzo límites de audiencia astronómicos, y que creó un gran número de personas “frikis” (no es una ofensa, yo soy friki nivel 12 y estoy muy orgulloso de serlo). Se han hecho otras películas en el pasado que también agradaron al público, y en lo que llevamos de siglo 3 remasterizaciones, (en mi opinión, bastante entretenidas) que si hemos

llegado hasta esta tercera entrega, es que muy malas no serán. Ni tan siquiera sé si hay comics o libros sobre “Star Trek”. Libros supongo que sí, porque ahora hay libros de todo. Y por último, lo que si se con exactitud, es que las anteriores entregas y esta última, han logrado satisfacer mi exquisito paladar, sin azucararlo empalagosamente, pero sin avinagrarlo hasta el punto de convertirse en una chapuza espacial. Y bueno, ahora sí: La crítica de Star Trek: Mas allá.
Más allá de lo que nuestro ojo alcanza a atisbar. Más allá de lo que nuestra imaginación logra recrear. Mas allá, en el horizonte infinito, donde las estrellas se posan con su última bocanada de vida, podemos encontrarnos maravillosos parajes perdidos, que harán que nuestro mundo, sea una mínima cascara azul, comparado con tales majestuosos lugares, donde jamás habías podido llegar, ni con “Google Earth”. Pero no nos precipitamos a decir que todos los mundo son bellos y apacibles, porque al mínimo atisbo de tranquilidad o seguridad que detecten en nosotros, se echaran sobre nuestra vida como una estampida de ñus, dispuestos a acabar con cualquier raza que se adentre en la oscuridad del universo.
Mas allá, de ser una peli extraordinariamente aburrida, nos encontramos de nuevo en las manos del líder infalible Chris Pine, que con su rostro a lo Kent y su estructurado cuerpo de revista no muy marcado, nos demuestra que puede seguir llamando nuestra atención.
Y otra vez nos sumergimos en la nave que jamás descansa (o no dejan descansar), para que el director Justin Lin, que pasa de los motores de los coches a los motores de la increíble nave “Enterprise”, para dejarnos ver que una tercera entrega no tiene por qué ser un bodrio descomunal, pero que las maldiciones siguen reinando en las grandes pantallas de cine.
Esta vez nos adentraremos en un mundo rocoso y sin piedad, que tiene bastantes cosas en común con nuestra preciosa y apreciada tierra, excepto que esta es más salvaje y fantasiosa, que esta conquistada por una raza reptiliana, ¿con el único propósito de? ¡Muy bien! ¡Causar caos y destrucción, sin pensar en los inocentes que mueren sin haber hecho nada! Justos por pecadores.
Es más una aventura “cienciaficcionera” para todos los públicos, que una astronómica y despampanante obra de guerra, sangre y muertes sin piedad.
Entiendo perfectamente, y creerme que lo entiendo, que para los fans de esta extraordinaria y épica serie que marco época, un director y un guionista, junto a una productora que lo único que busca es ganar dinero para seguir explotando una mina de oro que empieza a parecerse al carbón, es muy difícil que logren complacer a todos los públicos, y más a los fanáticos seguidores de dicha serie, que morirían antes de ver como destrozan sus deseos. Siempre abra un único “Star Trek” en la historia, y ese será el de Leonard Nimoy, pero chicos, chicas: Los actores envejecen, el tiempo pasa y los tiempos cambian. ¿De verdad veis ahora a Harrison Ford corriendo mientras le persigue una bola gigante? El pobre no llegaría ni a la tumba, se le quedaría atascado el taca-taca en alguna liana y los caníbales de la selva se lo zamparían a él y a su flácida liana (ante todo, mis más sinceros respetos a este grandísimo actor). Pero bueno, lo que os diga un chalado de YouTube os entra por la oreja y lo defecáis antes de desayunar, así que.
El reparto ha sido bien elegido. Fin.
Intrépida, entretenida y estelar.
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