La purga: La noche de las bestias

El ser humano, desde que vivíamos en cavernas, hasta que navegábamos por internet sentados en un cómodo sillón de cuero, ha tenido el instinto animal de matar, desgarrar, asesinar y destruir todo lo que le provoca irritación, pero al convertirnos en una utopía civilizada, con normas que nos separan de los salvajes y dementes, y nos convierten en seres superiores que pueden controlar sus instintos más morbosos y así sobrevivir en pacifica armonía. Pero llegara el día en el que ya no aguantaremos a ese jefe cabron, que te grita y te deja en ridículo delante de los compañeros, ya no podremos retener el instinto de clavarle un tenedor en el ojo, aquel vecino mal educado y mezquino, que tanto nos irrita, ya no podremos guardar en nuestro interior, un fuego ardiente e intenso que nos despoja de trajes y amabilidad, haciendo que demos rienda suelta a la bestia que todos escondemos. Damos gracias a dios y

a los padres fundadores, por este día tan glorioso y especial, que nos deja practicar un rito tan sagrado, como el de matar, para así conseguir la adrenalina y la satisfacción suficiente, para mantener al monstruo encadenado, el tiempo adecuado, hasta que la purga anual, vuelva a pintar las calles de rojo.

La idea de desahogar nuestra furia y cólera retenida, una vez al año, sin preocuparnos por las repercusiones de nuestros actos, es magnífica, a la vez que aterradora y escalofriante. Abran personas que la practicarían –de eso no tengo ninguna duda- pero abría otras que se refugiarían en sus casas convertidas en bastiones impenetrables, mientras ven en su programa favorito “La Purga TV”, como las pobres almas que no han podido pagar para que sus vidas duren un año más, son cazadas, torturadas y convertidas en un juego sádico y macabro, con el que te das cuenta, que la cordura humana y la máscara que algunos llevan para tapar su verdadero rostro, es tan fina, como una lámina de papel.

Que tentadora y alentadora película, que te corta la respiración en momentos claves, pero que no te termina de matar, como su estremecedor tráiler profetizaba con magnificencia y soberbia. Sí que es verdad que es una película de lo más excelente y que se lleva bien con todos los públicos amantes a la adrenalina sangrienta y la tensión cortante, pero también es verdad que se echa mucho de menos un poco más de acción. No creo que le hubiera hecho mal a esta nueva gran idea, poner más escenas electrizantes y poderosas, esas escenas que te quedas con la boca abierta a merced de insectos voladores que anidan en ella.

Como ya he comentado, es un film que su talón de Aquiles es que quieren hacer de una peli de terror dramático, una película de terror con momentos de acción pura y dura, que hacen que te tiemble la piel del impacto que hace ver como psicópatas sin escrúpulos matan por placer a inocentes –o no tan inocentes- que lo único que quieren es sobrevivir a esta larga y espantosa noche, donde las pesadillas cobran vida y caminan libremente por las calles de estados unidos, buscando un deliciosa presa que amaine su deseo por matar.

El director James DeMonaco se ha querido centrar en el punto de vista de una ricachones, que no hacen mal a nadie, pero que al apoyar una tradición tan terrible como esta, se ven abatidos por su propio apoyo y encerrados en su hogar, a merced de lunáticos que quieren penetrar en él, y al hace esto se centra en las reacciones de la gente de esta purga y no en la propia devastadora purga, y eso hace que pierda un poco de su esencia demencial.

Ethan Hawke interpreta con coraje y convicción a un vendedor de sistemas de protección para el hogar, que se ve torturado y condenado por la propia ironía de ser el que proporcione seguridad, al ser el que al final tenga escasez de ella.

Lena Headey es un rostro firme y educado, que encaja a la perfección como madre protectora y con mentalidad negativa hacia la purga anual, ya que pone en peligro a sus hijos y a ella misma.

El actor Rhys Wakefield aunque su aparición en pantalla no sea constante, he de decir que me ha hecho sentir temor y excitación, ante tal interpretación de locura humana, que se ve reflejada en un asesino en serie educado y refinado, con una bestia que anhela arrancarte el corazón a mordiscos.

Poderosa, impactante y placentera.