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Money Monster

  • alexzv955
  • 10 jul 2016
  • 3 Min. de lectura

Cuando crees que ayudas a las personas, invitándolas a hacer algo, que por ellas mismas no se atrevieran a hacer, crees que lo estás haciendo bien, que no haces daño a nadie, que no saldrá nadie herido, y todos serán felices y comerán perdices. Pero cuando te das cuenta que tus palabras son como mil dagas ardiendo en el pecho de la gente, que ha confiado en ti, y que al final han sido traicionados y humillados, por el hombre que les dijo que podrían ser algo más, que podrían ganar un pastizal, solamente, si confiaban en él, te sientes destrozado en mil pedazos, que intentan recomponerse del suelo, pero ya es demasiado tarde, porque le mal ya está hecho.


Lo importante en esta vida siempre ha sido ganar dinero. Trabajar para ganar dinero. Dejar que los demás trabajen por ti para tu ganar más dinero que ellos, estado sentado en tu sofá de lujo, porque te lo mereces, porque has luchado para estar ahí tumbado, viendo “Juego de Tronos” en la televisión, y poder limpiarte tu precioso y algodonado trasero, con el dinero que tanto te ha costado ganar, porque es tuyo, solamente tuyo, y te lo mereces. Cash, cash, cash, and money black. En estos tiempos que corren, si alguien tuviera la gran suerte de encontrarse una lámpara, y que dentro de ella habitara un genio, que te regalara tres deseos, ya no pediríamos cosas materiales –o si, siempre hay algún tonto suelto-. Lo más inteligente seria pedirle que cada mes, en tu cuenta bancaria, tuvieras un millón de euros, para toda la eternidad, o lo que dures de vida. Los otros dos deseos se los regalarías a él, como propina; ahora eres multimillonario, puedes pedir a Brat Pitt, que te limpie la bañera, y Angelina Jolie que con traje de chacha sexy, te limpie las películas de Blue-ray que tienes en la biblioteca.


Un error lo tiene cualquiera; somos humanos esas cosas pasan. Pero cuando tu error estalla encima de miles de personas, que dependían de ti para pagar las facturas, para pagar la educación de sus hijos, o incluso para poderse hacer esa operación tan cara, que con ella iba a poder volver a caminar, ese error te reconcomerá por dentro, como cientos de larvas de gusano, que te van comiendo desde el interior, y te llenan de tristeza, pena, arrepentimiento y una pistola en la boca.


Cuando los inocentes se quedan sin palabras, para poder luchar por las injusticias de la vida, no les queda otra, que alzar la voz, gritar bien alto, para que el todopoderoso se entere de que no se juega más contigo, y pegarle bien fuerte a esos cabrones egocéntricos y hambrientos de poder, que te han dejado sin nada, y que se merecen que cada céntimo que ganan, sea un cáncer en su cuerpo, y que jamás vuelvan a causar más dolor, y hacer que los que vivían en paz y felicidad con el mundo entero, sean los que se tengan que alzar, para que el mundo pueda seguir viviendo en paz.


Jodie Foster nos cuenta una historia de perdida, de traición, de engaños, y de avaricias que rompen sacos. Es una historia donde todos creían saber la verdad y tener la razón, y se han topado con el mundo de la realidad, y se han partido la cara en dos, por creer en alguien y en algo, que no creía en ellos. El malo de a película solo es una víctima más, de las millones de personas que sufren y confían en los grandes inversores de la bolsa, que al final les roban la bolsa, su alegría, y toda esperanza que les quedaba, para seguir, para soñar, para ser alguien mejor. ¿Y quién es ese perturbado hombre? No es nadie, solo un hombre que quiso cambiar el mundo con la misma mano de hierro que contamina nuestras mentes, y se encontró, con que el mundo quiere seguir viviendo en la misma deliciosa mentira, que les cuentan sus supremos, para que puedan conciliar el sueño, y pasar una placida y agradable noche.


Julia Roberts como siempre está ante una cámara: Real, lineal y decidida. Es una actriz que pocos términos hay para describirla, porque la verdad es que nunca a tenido un papel, donde pueda sacar todo su potencial a flote y demostrar que es más que una chica sentada: es una chica de acción.


George Clooney hace un papel que cumple a raja tabla con lo que todos nos esperábamos y queríamos. Co sus toques a los “James Bond” y su carisma de “Nespreso” gusta, alegra y entusiasma a todos por igual, gracias a los papeles de “gran emprendedor” que siempre emprende en pantalla.


Jack O'Connell, este actor británico nos ha deslumbrado y agazapado a todos, con su impresionante actuación de “persona que busca venganza” y su potencia despreocupada, ingenua y desesperada, que ha envuelto las pantallas de los cines de un gris muy azulado.


Potente, intrigante y expectante.


 
 
 

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