El ultimo escalon

¿Nunca os habéis pregunta el porqué de los fantasmas vengativos? ¿Porque siguen aquí? ¿Porque quieren venganza? Cuando una muerte horrible ocurre en algún lugar, el alma de esa persona no va ni al cielo ni al infierno, perdura en la tierra, en el mismo lugar, donde se le arrebato la vida de forma brutal y sin piedad, en ocasiones sembrando el mismo mal al que fue condenado, hasta que alguien purifique su espíritu. En otras ocasiones, pidien auxilio en forma de visiones sobre cómo fue su muerte y de qué forma más cruel le asesinaron, a la espera de que una persona sin miedo a descubrir la verdad que encierra su oscuro y desolado desván, venga a hacer justicia, liberando así, a la pobre alma errante, que

lo único que deseaba es ser libre, y no estar encerrada en un lugar sombrío y desolador, donde sus llantos son convertidos en psicofonías, y la gente que parece interesarse por su calvario, solo quiere más fama para su programa de televisión.

En las pelis de terror, donde los co-protagonistas son los espíritus errantes, hay de dos tipos: de buenos y de malos. Los malos son los que matan por matar, por el mero hecho de haber sido ellos asesinados cruelmente. Y lo buenos, que son los que intentan comunicarse con los vivos, mediante mensajes de terror y pavor, que en algunas ocasiones asustan a la gente, y no se quedan a descubrir el por qué y de donde proviene ese grito desesperado de ayuda. En esta película, veréis un fantasma de los buenos, pero que desgraciadamente su único mecanismo para decir que está ahí, es mediante un utensilio que cada vez vemos más en los films paranormales: los niños.

Al igual que los borrachos, los niños siempre dicen la verdad, y ese es el gancho perfecto para ponernos la piel de gallina y los pelos de los brazos erizados, cuando escuchas a tu hijo hablar solo en su habitación por la noche, y cuando le preguntas que con quien habla, te responde que con su amigo el de la cara torcida; y las luces se apagan de repente.

Es una película que sí que es verdad que te engancha de principio a fin con su misterioso aire espectral, pero que no deja de ser un film de serie B, por su guion lógico y predecible, que hemos visto reciclado y reciclado en muchísimas ocasiones, y que gracias a la actuación y aparición de Kevin Bacon, no baja de nivel al subterráneo de “los films de sofá”, “las pelis de siesta”, “los somníferos cinematográficos”. No te va a desagradar, porque me ha gustado su forma tan real y sin censura de describir las escenas que te provocan un “uixx”, que te tira hacia atrás, frunciendo el cejo en signo de asco, pero de morbosidad también.

David Koepp es uno de los príncipes de la intriga y la tensión, que te lija la garganta con un delgado hilo de hierro, para que dejes de sufrir –en el buen sentido- con sus filmes fustigantes.

Kevin Bacon tiene un rostro que se adapta a cualquier tipo de género que le propongas hacer, ya que como el barro y la plastilina, el mismo da forma a su actuación, encajando en escena como televisión en una sala de estar.

Intrigante, normalita, y entretenida.