X-Men: Apocalipsis

Eres diferente y lo sabes. Lo notas en tu piel, lo notas cuando te miras al espejo, lo notas cuando miras el reflejo de las miradas de la gente, que se apartan para no tocarte, y que les contagies la enfermedad, que te corroe por dentro. Estos pobres ignorantes no saben que lo que de verdad tienes es un don de la naturaleza, que solo ha decidido darlo a unos pocos, para que utilicen sus poderes, para cambiar el mundo, a un lugar mejor. Lo malo es que en ocasiones la naturaleza se equivoca, y el poder que una vez dio, se le devuelve en forma de ira y caos, que destruye todo a su paso, con un corazón oscuro y amargo, que está harto de que lo traten como un desigual, y decide tomar las riendas en el asunto, y darles lo que la gente pide a gritos: Verdadero temor.

Cuando la gente tiene miedo de algo, de una cosa a la que no están acostumbrado a ver, tienden a coger las estacas y las antorchas, y decidir que ese cambio es malo para todo el mundo, y que debe de ser destruido, antes de que él les destruya primero. En los peores momentos la gente deja ver su verdadero yo, y abre su pecho en llamas, para dejarle ver a todo el mundo, la persona que es en realidad. Algunos deciden ayudar, y aceptar ese cambio, pensando que hará que todo mejore, sin temer que aunque sean diferentes a nosotros, no implica que nos vayan a hacer daño. Pero otros deciden erradicar ese giro repentino en sus vidas, que les deja con el culo al aire, desvelando su instinto animal y salvaje que anida en su interior, y que junto al miedo, va corrompiendo todo su ser, hasta dejar una figura negra y sin sentimiento, que lo único que quiere es acabar con ese supuesto mal, que acecha su vida.

Puedes elegir un bando, ya sea el bueno o el malo, pero elijas el que elijas, vas a perder algo y alguien, eso tenlo claro. En la guerra y en el amor siempre hay heridos, y cuando tu cometido es luchar contra los que ponen en riesgo tu planeta y la vida que anida en él, dejas de lado los sentimientos de oídio y venganza que te ciegan la mirada, para dar paso a un poder mayor, con el que los dioses te han bendecido, para que protejas la salud de los inocentes, y que el horror y el caos, sea erradicado de una vez por todas, de la faz de la tierra; cuando los superhéroes no tengan trabajo, será el día en el que la paz, reinara por doquier.

Lo que está enterrado y sepultado bajo tierra, está ahí por un motivo, y molestarle o despertarlo, hará que los cimientos de la tierra se eleven hacia el cielo, estrellándose contra los edificios, mientras la gente huye desesperada por el dolor y el sufrimiento que les espera, al ver que el cielo se tiñe de rojo, y sus ojos estallan como globos, mientras contemplan el fin de la humanidad.

Los americanos son como niños pequeños endemoniados, ya que les encanta destruir y destrozar todo lo que ha creado su especie, con tanto cariño y esfuerzo. A ellos les da igual, han venido a hacer una película de acción, y si algún que otro edificio explota, llevándose consigo a unas cuantas almas al infierno, les queda una escena más que fenomenal.

Lo malo –o lo bueno- de las películas que cuentan los orígenes de nuestros superhéroes favoritos, es que ya sabemos más o menos su desenlace, no tememos tanto por sus vidas, porque si han salido en el futuro, y lo que estás viendo es el pasado, puedes estar tranquilo de que no van a morir.

Me alegro de que hayan elegido de nuevo al director Bryan Singer para continuar recreando con excelencia y esplendor, su larga saga de personas con poderes extraordinarios, que protagonizan unos films con mucha acción y adrenalina, pero que destacan por ofrecernos también unas pizcas de bondad y claridad, para poder disfrutar más de sus historias, y no solo poner tiros, explosiones y derrumbamientos.

Un reparto excelente: no tengo ninguna duda sobre eso. Pero como no, tengo un gusto muy exquisito para los actores, y ya su simple aspecto y forma de ser, me llaman la atención de un forma rara y enigmática, que me atraen para caerme bien, aunque sean la peor persona del mundo. Por eso e seleccionado a unos cuatos elegidos del film, para describir su magnífica actuación:

-Cómo no iban a elegir a Jennifer Lawrence, que me robo el corazón con una flecha en llamas, cuando la vi por primera vez jugando a unos juegos de hambre, y que cada vez que presencio su presencia en pantalla, me congela la mirada, y me arrebata el corazón.

-Evan Peters es un actor que te cae genial desde el primer instante que lo conoces. Aparte de ser un excelente actor con gracia y una forma única y especial de ser, pues bueno…ya está, nada más, es único en su especie, y le deseo una prospera y exitosa carrera.

-James McAvoy que hasta hace cinco años no lo conocía tan bien como ahora, y no soy el único, ya que su firme convicción como líder, le ha hecho prosperar en films con un papel en el que necesitan a alguien con corazón robusto, pero acolchado.

-Sophie Turner es un “pivon” del 10 al 100. Una mujer con carácter y decisión, que te ciega con sus ojos de mar, te deslumbra con su atrayente figura, y te descoloca la mandíbula, quedando como un bobalicón, por sus encantadoras y brillantes actuaciones.

Tremenda, espectacular, y entretenida.