Scary Movie

La risa es una acción humana, lo que nos hace únicos entre todas las especies mamíferas del planeta tierra. La risa nos alegra un día triste y apagado. La risa –tal y como nos enseñó “Pach Adams”- es un instrumento increíble y beneficioso, para curar enfermedades que los medicamentos estériles y sin sentimiento, que se crean en una placa de Petri, no pueden conseguir. La risa también es un arma de destrucción masiva, ya que esta el conocido “gas de la risa” que lo que le hace sufrir a su víctima, es reírse, hasta la muerte. La risa es tan contagiosa como una gripe, es tan escandalosa como un plato rompiéndose en el suelo, y están agradable e inigualable, que creo, que es uno de los aspectos más atractivos y deseables de uno persona.

¿Alguna vez has llorado de risa, literalmente “llorar” de risa, por una película de comedia? Seguro que si no eres de los que tiene la risa tan floja y endeble como una ramita de árbol, te es muy difícil reírte en estos tiempos tan difíciles para el cine de comedia –y para otros muchos géneros- Dos de cada diez películas que hay en cartelera, son buenas; una noticia muy deprimente. Todo esto se debe a que las productoras piden, exigen y azotan con látigos de fuego a los pobres guionistas, para que en vez ellos hagan un buen guion, sea del género que sea, tomándose su apropiado tiempo, y lo que quieren las productoras es una maquina automática que cree diez guiones apoteósicos por semana; gracias a dios a veces las cosas no son así.

Ya no hacen películas tan buenas como estas. Películas que te sacan tal carcajada, que se te desprende la mandíbula del maxilar, y aun así, te sigues riendo. Es tan buena y tan graciosa, que aunque la haya visto cinco veces, me siguen pareciendo igual de divertidas y tronchantes estas escandalosas escenas, que te harán partirte en dos por la fuerza del jolgorio que desprenderás; eso, o coger unos abdominales “que te cagas”.

Lo mejor de esta película es lo ridícula e ingeniosa que es, porque le da igual lo que piensen de ella: ella ha venido a hacernos reír, y lo ha conseguido. Es un film que lo que lo hace divertido es su objetivo: plasmar de manera cómica, las ridículas y destornillantes escenas de terror, que te vuelven loco, de lo desesperantes e ingenuas que son.

Anna Faris es una actriz con una cara simplona y agradable, que desprende un aire “inocentón”, que encaja de manera suprema en el papel de “victima desvalida”, que recrea con soltura.

Entretenidísima, divertidísima y magistral