Atrapado en el tiempo

A sido un día espantoso: me he despertado tarde, el agua de la ducha estaba helada, me he puesto la camisa del revés, el coche no tenía gasolina, el metro estaba lleno y llegaba con retraso, el jefa me ha pegado un bronca monumental, mis compañeras de trabajo han cotilleado sobre mí a mis espaldas, el café estaba rancio, tengo que pasar una pila de papeles aburridos, la silla de mi escritorio se a roto y me ha hecho caerme al suelo y hacerme daño en una mano, me ha salido un “pupa” en el labio, todos mis compañeros ya se han ido a casa mientras yo me quedo haciendo horas extras, vuelvo a casa con una lluvia espantosa y tormentosa que me hace mojarme hasta los calzoncillos y me desmayo en la cama rezando que el día siguiente sea mejor. ¿Alguna vez has tenido un día tan horrible y decepcionante que has deseado que se acabara ya, o un día en el que todo te ha ido mal, y desearías rebobinar y volverlo a

vivir? Todos hemos tenido ese pensamiento, pero desgraciadamente la vida real no es una película, que puedas cambiar el guion, y puedes hacer que el sol brille, te toque la lotería y encuentres a tu alma gemela. ¿Pero y si pudieses vivir el mismo día cada día, pero que tus acciones cambiaran el transcurso de la historia?

Pobre protagonista que pensaba que se había vuelto loco, y después vio un rayo de esperanza y alegría, pensando que hiciese lo que quisiese, que no iba a ocurrir nada, ya que a la mañana siguiente seguiría siendo 2 de febrero, y a la siguiente, y a la siguiente y a la siguiente, etc… ¿Parece un don o un milagro verdad? Hacer todo lo que te plazca, matar a quien te plazca, besar a quien te plazca o equivocarte cuantas veces quieras, que todo lo que hubieses hecho, cuando despertases por la mañana, hubiera desaparecido. ¿Es genial, no? Pues no. Parece divertido al principio, pero cuando te das cuenta que está viviendo todo el rato el mismo día, sin poder salir de este bucle infinito, que te vuelve loco y demente, haciéndote desear tu muerte.

La trama, como todas las tramas de comedias americanas de antes, se centra en enseñar algo al público, mediante carcajadas, deslices o una bandada de improvistos infortunios, que hacen al protagonista, buscar un objetivo en particular. En este caso: que el día no se vuelva a repetir. Por eso nuestro protagonista empieza no creerse lo que está ocurriendo, después de analizar la situación se la toma a broma y hace locuras sin esperar un castigo, después se amarga tanto que intenta suicidarse de mil maneras distintas, después de tranquilizarse un poco intenta hacer cosas buenas como luchar contra la muerte salvando a gente o conocer mejor a las personas que le rodean. Pero se da cuenta de que nada de esto sirve, si el no cambia su actitud, y descubre que todo esto le está ocurriendo por ser un egocéntrico idiota, que trata mal a los demás, esperando que le traten bien a él. Por fin descubre que la clave siempre ha sido la bondad y el amor.

Bill Murray es un actor cómico de los de antes, lo que implica que le costaría un “pelín” encajar en la nueva irónica y negra forma humorística de hacer comedias, utilizando cada vez más cosas cotidianas y realistas “de verdad”, atrayendo a si a espectadores que simpatizan con sus personajes. Pero todo esto no implica que el pobre se tenga que quedar estancado en los films de antaño, porque está más que preparado y experimentado para hacer cualquier tipo de film que le propongan.

Entretenida, jovial y jocosa