Los 4 fantasticos y Silver Surfer

La ciudad ya puede descansar en paz, y dormir cada noche en su mullida cama, al aparo de estos “4 fantásticos” superhéroes, que defienden día y noche –sin poder tener ellos vidas ajenas- la seguridad y bien estar de todo el mundo. ¿Un gato subido en un árbol? ¡Llamemos a los Mr.Fantastico! ¿Un incendio en ese orfanato en ruinas? ¡Llamemos a la antorcha humana! ¿Un derrumbamiento de una autopista con gente sepultada bajo el arcén? ¡Llamemos a la Cosa! ¿Unos secuestradores han tomado como rehenes a unos pobres ancianitos de una residencia? ¡Llamemos a la mujer invisible! ¡Llamémoslos! No tienen otra cosa que hacer ¿Verdad? Si te pones el traje de héroe, es para vivir y servir a todo el que necesite tu ayuda, las 24h del día; ya no parece una elección tan “guay”, ¿Verdad?

Cuando en una película de Marvel, que cuenta la historia de algunos de su infinitos superhéroes, y la tierra se ve amenazada –de nuevo- por extraterrestres, maniacos homicidas, empeñados en sembrar el caos y la muerte, o anti-héroes vengativos con los idílicos y perfectos héroes, te preguntas una y otra vez: ¿Dónde están los de más héroes que viven en el planeta tierra? Yo entiendo que cada héroe o cada “grupo” de héroes, se reparten sus ciudades natales, para protegerlas ellos, y no otros superhéroes, pero cuando no atacan solo un pueblo, sino que es el planeta tierra entero, ¿Dónde están los de más héroes que se suponen que viven allí? Sé que es una pregunta tonta, pero si la piensas tiene su lógica. Está claro que si la película se titula “Spiderman”, no vas a meter a “Thor” o a “Antman”, ya que para eso ya están las pelis como “Los vengadores”.

En este nuevo film, vemos a una ciudad ya acostumbrado a sus vecinos con poderes extraordinarios, que conviven en armonía y perfecta conexión obsesiva, dejándolos sin vida privada ni vacaciones que cogerse; un trabajo que dura 365 días al año, sin descanso para comer. También vemos el retorno del malvado “Dr. Muerte”, que tendrá que trabajar junto a los 4 fantásticos, para derrotar a un nuevo enemigo que hace sombra sobre nuestro mundo; un asesino que ayuda a cazar a otro asesino. Esta vez nuestro enemigo, es un ser echo de plata, que puede moldear la materia a su placer, y con un inquebrantable y conciso objetivo: drenar la energía de la tierra, para que su amo y señor, pueda devorarnos.

Nuestros “fantásticos” héroes, vuelven como si no hubiera pasado ni un año de su anterior aventura, con más fuerza que nunca, y acostumbrándose a la pesada rutina de ser héroes, y llevar una ciudad entera a cuestas.

La trama no está nada mal, no es mejor que la primera, pero tampoco es un chasco clásico de las “segundas partes”. Te entretiene y divierte, sin sobrepasar tus expectativas, pero tampoco disminuyéndolas.

Entretenida, jocosa y familiar