1408
- alexzv955
- 23 may 2016
- 3 Min. de lectura
No es real. Nada es real. Nada de lo que veo u oigo es real. Los copos de nieve que se estrellan en mis pies descalzos, es una sensación de frio irreal. ¿Cómo va a nevar en una habitación? Alguien está jugando con migo. ¿Quién? ¿Quién es tan malvado para hacerme perder la cabeza? No la perderé. No perderé la cabeza. Mira, por ahí va mi cabeza, rodando y rodando y rodando, hasta chocarse contra la pared. Ahora sí que puedo decir, que he perdido la cabeza.

Pensaras que estás perdiendo la cordura, y estarás en lo cierto, ya que veras como la última gota de realidad, que quedaba en tu cabeza, se va volando por la ventana, como una abeja vuela libre, al salir de la colmena. Cuando empiezas a escuchar sonidos estremecedores. Cuando empiezas a ver sombras ir y venir de las habitaciones cerradas. Cuando empiezas a girar de repente el cuello, por escuchar una respiración en tu nuca, de una figura alta y negra, que se camufla en la oscuridad, en ese momento, puedes decir que estas totalmente loco de remate, o seguir fingiendo que lo que tus sentidos te están enseñando, no es real.
En un hotel ya es difícil hacer un buen guion de terror, pero para realizar un film del estilo paranormal y de miedo, es uno de los sitios más perfectos que hay, ya que la historia que está impregnada en sus paredes corroídas por el óxido y la verdad, se esconde bajo un bonito manto de flores y cordialidad, que no te deja ver la muerte que acecha en sus entrañas. Como ya he dicho, ya es difícil hacer una buena trama en un hotel, que es un recinto con muy pocas opciones de escenarios y acontecimientos, pero aún lo es más, hacerlo en un habitación de dicho hotel, que los escenarios son “aun” más escasos, las ideas son “aun” más carentes y las posibilidades “aun” más complicadas de crear. Pero este film echa fuera de una patada lo difícil, y acopla y maniobra a la perfección, una trama inquietante y perfecta, que crea escenas de pánico y pavor al puro e imperturbable estilo de infierno.
Los escépticos, que creen que cuando te mueres no hay un largo túnel oscuro, que contiene un final brillante y fluorescente, y que ni las bestias ni lo seres de otra dimensión, que quieren arrebatarnos el alma y cordura, son reales, piensan son cuentos para que los niños se porten bien. Pues estas personas incrédulas, son las idóneas para protagonizar una película en la que los espíritus y demonios descabellados, habitan en las escenas, con el protagonista, ya que: ¿Qué da más miedo que descubrir que te equivocabas?
Mikael Håfström logra pasar de la tinta a la gran pantalla, con gran brillantez, un clásico literario tan terrorífico como este, que el gran Stephen King nos regaló con tanto ímpetu: y eso es una tarea muy complicada de empeñar.
Jhon Cusack es uno de mis actores favoritos, y con mucha razón, ya que sus papeles e interpretaciones son dignas rivales para que la valentía de nuestro corazón no se derrumbe y se eche a llorar, o invite a su amigo “escalofrió” y nos llene de electrizantes hondas puntiagudas, que recorren nuestro cuerpo como olas en el mar. Es un actor que hace lo que tiene que hacer, ciñéndose al papel, con total esplendor, creando a un personaje tan vivo y mágico, que retrocedes en tu asiento, cada vez que se acerca a la cámara, pensando que saldrá de la pantalla.
Te hará perder la cabeza, los estribos, la cordura y todo habito de lucidez, que se digne a quedarse en tus pensamientos.
Estremecedora, esplendida e inigualable
Comments