Los 4 fantasticos

Ser un héroe implica no importarte tu vida, cuando ella y la de otros, están en juego. Ser un héroe implica jugarse el pellejo en cada momento, por mantener la seguridad de algo o alguien. Ser un héroe no implica el éxito, no implica ser famosos, no es un trabajo, sino una forma de vivir, y lo haces por el mero hecho de la satisfacción que ganas, por ayudar a los de más. Claro está, que tener súper poderes, ayuda un “poquitín”.

Los héroes de verdad no nacen siendo héroes, se hacen en el transcurso de su camino por la sinuosa vida. Lo héroes de verdad, no nacen sabiendo que son héroes, son sus acciones las que deciden que lo son. Los héroes de vedad, tengan súper poderes o no, están en la tierra por un motivo básico y simple: vencer al mal que en la tierra habita con tanto ímpetu.

Un héroe es un héroe, porque tiene un objetivo bondadoso y claro, que su malvado y sin escrúpulos “antagonista”, quiere destruir con todas sus fuerzas. Los milagros, dicen que vienen del cielo, de un ser benevolente que cuida de todos nosotros, pero que se contradice dejándonos “el libre albedrío”. Algunas veces los milagros, vienen de los corazones de la gente que se siente bien consigo misma por el simple hecho de recogerle las llaves a una pobre señora que va cargada con las bolas de la comida, o ayudar a encontrar a sus padres, a esa pobre y desvalida niña que se ha perdido en medio en el centro comercial, o un bombero que da su vida por salvar a un inocente gatito, que yace atrapado entre las paredes quemadas y en llamas; estos son los héroes de verdad.

Marvel consigue hacernos disfrutar, con sus divertidas y aventureras películas, que nos consiguen hacer creer que siempre abra alguien que nos ayudara, cuando lo necesitemos.

Es un film para todos los públicos. Un film que se disfruta bastante en familia, con sus toques divertidos clásicos de comidas americanas, que algunas veces se repiten como el alioli y otras se agradecen como una mañana de sol, el día que decides hacer una excursión por la montaña.

El poder corrompe, tanto, como el óxido corroe el metal, por ese es esencial crear un buen villano, para que la trama tenga algún tipo de interés para el público, y eso es lo que hemos visto gracias a la malvada interpretación del maquiavélico Julian McMahon, que hace de millonario desquiciado por la locura y el descenso, como antes no se había visto. Una bella y preciosa sensual apariencia rubia, baila en sintonía con unos ojos estelares, que solo Jessica Alba puede afrontar tal desafío de hermosura. Ioan Gruffudd tiene una inteligencia y serenidad en su rostro, que te da miedo preguntarle cualquier cosa, para que después te responda con una pregunta que te deje por un "paleto" que habita en un pueblo en medio de ninguna parte. Con una escultura musculado y una rebeldía que el mismísimo "Deni Suco" envidiaría, Chris Evans hace del típico chico guaperas y creído, que mediante la adquisición de super poderes y una nueva responsabilidad sobre sus hombres, le hará madurar, sin perder su humor sarcástico. Por último pero no por ello menos importante: Michael Chiklis, el hombre roca, la cosa, el pobre hombre que tiene que convivir con su apariencia monstruosa y las miraras penetrantes e intimidatorias de la gente.

Entretenida, jovial y fantástica