top of page

Seven

  • alexzv955
  • 12 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Hay siete pecados capitales, para millones de pecados. Siete pecados son muy pocos para las innumerables almas que cada día cometen uno, un día otro, y el domingo se confiesan, diciendo y olvidando sus errores pasados, para el lunes volver a comenzar. No me vengas ahora con chorradas y me sueltes el sermón de que la persona perfecta, es la que no comete pecados, porque su pecado serie el de la perfección. Los pecados están para cometerlos, como las normas están para romperlas. Puedes tener un alma noble y buena, y haber cometido en el pasado o seguir cometiendo en el presente los mismos pecados alguna que otra vez, y eso no te convertiría en un alma más desterrada en el infierno.


Es tan macabra y tan potente, que tienes que darte cuenta que tu cerebro le ha dicho a tus pulmones que dejaran de respirar y que aguanten la respiración por un instante, para que la tensión tajante que ahoga las escenas, no te descubra y te paralice, convirtiéndote en una eterna e inmortal momio de papel ajado.


Tan inteligente, que va siempre cinco pasos por delante de tus suposiciones y instintos. Las expectativas que tengas sobre esta película quedaran “enmarronadas” y enterradas, cuando te des cuenta que fue una tontería hacerte alguna pregunta sobre su contenido. Te amarra a una lápida una trama constante y peligrosa, que no aguantaras más de un minuto sin estarte quieto en el asiento, sin encontrar la postura idónea, que encaje con lo que tu cabeza está intentando analizar.


Las sádicas y brutales muertes bíblicas, son las que atraen a la morbosa gente a visualizar este film. También puede que les llame la atención la actuación de estos dos “actorazos”, pero por favor, seamos sinceros: lo que de verdad enciende tu mecha interna, lo que de verdad te ha dicho que te pongas a ver esta peli, lo que de verdad te a susurrado al oído intrínsecamente y te ha incitado a sentarte frente a ella, han sido sus escalofriantes y agudas muertes.


Con apariencia tranquila, confiada y conservadora, Morgan Freeman destaca en escena por su aura gris y blanca, que te saca una mueca de misterio y asombro, por presenciar su aparición en cada secuencia que nos deleita con firmeza y seriedad.


Brad Pitt brilla por su principiante profesionalidad, su encanto y grácil belleza, y su simpática y tozuda apariencia.


Las escenas están tan muertas como las victimas que permanecen encerradas en ellas, pero no por su falta de pasión, sino por la ausencia de color, vida y cordura, que no debería anidar en este lugar.


Admirable, tremenda y lucida




 
 
 

Comments


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

Suscríbete a la newsletter

No te pierdas ninguna actualización

¡SÍGUEME! 

  • Facebook Classic
  • Google+ Social Icon
  • c-youtube

© 2016 por LexLecter.

bottom of page