Marte (The martian)

Mientras transcurren los primeros 5min temes de que se trate de un tostón espacial parecido al sobrevalorado film que protagonizo la encantadora Sandra Bullock: Gravity. Pero pasados esos minutos mis dudas se esfumaron y dieron paso a un impresionante y delicada majestuosidad especial, protagonizada por el simpático botánico y superviviente marciano Mark Watney, que lo interpreta bastante bien el aclamado Matt Damon, que a mi ingenuo parecer, si, hace un papel fuerte

y agradable en pantalla, pero como para ser nominado al Oscar y menospreciar la sensacional actuación de Will Smith en La verdad duele, no estoy nada de acuerdo.

Como aquí he venido a juzgar la película y su contenido y no que opiniones han tomado los jueces de los Oscar, voy a continuar en esa línea. El paisaje rocoso y anaranjado que han decidido hacer para recrear el desolado planeta Marte, es espléndido. En algunas escenas me he quedado sin respiración, como si mi cuerpo se hubiera esfumado de la sala y haya ido a parar a más de 92 millones de kilómetros de la tierra, a un lugar donde el oxígeno escasea y la comida sigue el mismo camino. La tierra roja que envuelve a nuestro longevo y agotado superviviente, se mezcla con el blanco estéril la estación base marciana y las naves tripuladas por compañeros de viaje que no cesan en su empeño por recuperar a su extraviado y perdido amigo. Lo que he aprendido viendo este film, es que los americanos vuelven a ser los ases del egocentrismo patriota yankee y que el ser humano puede lograr cosas que, aunque pongan en riesgo su vida, les hace ser humanos, y eso es un don que mucha gente desperdicia desquiciando su vida y la de los demás. Magnifica, damnificada y exquisita