Distrito 9
- alexzv955
- 20 abr 2016
- 3 Min. de lectura
Los aliens siempre han venido a la tierra, a sembrar el caos, a destruir a la raza humana y a apoderarse del planeta mediante pistolas lásers y engendros del averno que te destripan el estómago desde el interior. Pero en esta ocasión, los pobres desgraciados no han tenido oportunidad de defenderse, y han sido capturados sin saberlo, por la raza más despreciable y destructora del universo: El ser humano. Estas pobres almas torturadas, que lo único que han hecho es quedarse sin gasolina en el peor planeta de la galaxia, son encerradas en un gueto, y tratadas como judíos en Auswitch. El ser humano se cree importante solo porque es el eslabón más fuerte de la cadena alimenticia, y tan solo por esa razón, creen tener el derecho a menospreciar y colonizar cualquier territorio que este en su mano, y que le haga conseguir más ganancias, para limpiarse el culo con billetes de 1.000; eso nos hace sentir poderosos.

Es una muy inteligente propuesta que nos deja ver una cara diferente de una invasión extraterrestre, con enfoques de cámara muy logrados y diferentes, que aciertan en cada escena, sabiendo cuál es su lugar.
¿Quiénes son los héroes y quienes los villanos del film? ¿Hay héroes y villanos? Dirías desde un principio que los villanos son los aliens que han venido “sin querer” a la tierra, y que gracias a nuestra generosidad, continúan con vida, y que los héroes son los benevolentes humanos que cuidan de estos seres extraviados. Pero la realidad es muy distinta al cuento que te han hecho creer. La realidad es que los humanos no soportamos mutantes en nuestro planeta porque son engendros que seguramente han venido a devorarnos y mutilarnos y que ayudándoles creemos que vamos a forjar nuestra propia muerte. Somos racistas, somos despreciables, somos impredecibles y somos oportunistas; como el parasito que encuentra un huésped con el que arrebatarle la energía y así vivir de él.
El protagonista que en teoría nos tendría que producir empatía, pero lo que nos produce es asco y desprecio por su falsa apariencia. Pero mediante el trabajo del karma y sus lecciones de vida, este protagonista despreciable pasa del bando malo al bando bueno, descubriendo así que la oscuridad también tiene un corazón; la redención.
Los “bichos” que han creado para definir el cuerpo de seres de otra galaxia, es muy acertado, ya que los llaman “bichos” y se comportan como tal, rebuscando en la basura y teniendo unas antenas y cuerpo de insecto. Pero no os penséis que ahí acaba todo: Su inteligencia está por debajo de la del ser humano (o eso quieren que creamos), y sus cuerpos antropomórficos desprenden una simpatía con las personas, que nos recuerdan paradójicamente a nosotros, haciéndonos sentir tristeza y pena.
La gente cree lo que quiere creer. La gente es ingenua, confiada y crédula y eso hace que las personas con la mente en blanco, se crean cualquier tontería que sus informadores de confianza les han dicho. Los desprecios y las leyendas tienen un origen, y el rumor vuela de boca en boca más rápido que la luz, sin saber que una imagen vale más que mil palabras, si sabes exactamente al cien por cien, que esa imagen es lo que parece.
¡A la mierda los derechos humanos! ¡Son alienígenas, no personas! ¡No tiene los mismos derechos que nosotros! Gritos de una barulla de gente enfurecida con unas pobres almas que no vienen a hacer el mal, pero como les han enseñado siempre: Si algo es diferente o anormal, no es de confianza.
Inspiradora, destructiva y bella a su realista punto de vista
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