El Bosque de los Suicidios

Primero de todo, si estáis buscando ver una película de terror con sustos: largaos. No os va a complacer, en cambio, si venís a ver una película de terror buena: quedaos, sentaos, y respirar el aire putrefacto y fresco de los arboles ajados que te encierran en un bosque claustrofóbico, que tu único a liado es la cordura.

El terror y el suspense se han enamorado y el amor a traído con sigo una nueva especie de belleza intrigante, que parece que te va a abrazar con sus delicadas lianas verdes, y lo que quiere es retenerte contra tu voluntad, ahogarte y no matarte. El misterio es lo más atrayente de esta película, si descartamos la buena actuación por parte de la principiante actriz Sarah Cornwell, en el mundo de las pelis como protagonista. Sus ojos azul cielo despejado y su rostro pálido e inocente, llama mucho la atención en pantalla y te enamora con su cálida belleza. Yo soy el que prefiero ver a una mujer en un film de terror, por el mero hecho, de que en mi inocente opinión, saben describir física y emocionalmente en pantalla, sus sentimientos y la tensión que pasan dentro de ella. Pero mi opinión, no es cien por cien correcta, eso está cristalino. Un aura oscura y muerta, hace a este remake yankee, una mejor película que su antecesora y madre de la idea. Una presión conjunta con manchas negras de realidad y sabor de penumbra podrida, hacen que la belleza de este entorno perdido y fallecido de naturaleza gloriosa, te se cuele por todos tus sentidos esperando un susto de muerte que nunca llegara. Bajo su clásica y negra estampa, se esconde un nuevo tipo de género, que aún no me ha dado tiempo a describir, pero que, como ya he dicho antes, es una mezcla entre poderosa hermosura natural y angustia morbosa. Atractiva, tenebrosa y equilibrada