American psycho

Esa mujer me ha mirado con picardía. No, no puede haberme mirado a mí. ¿Y porque no puede haberme mirado? Soy atractivo, atlético, mujeriego, adinerado, elegante y pragmático. ¿Qué mujer no se enamoraría de mí? Está jugando con migo con esas miradas indirectas. ¡Si quiere algo que venga y me lo diga a la cara o me escupa en ella! ¡Pero que no juegue con migo! A terminado todo muy mal. ¿O muy bien? No, ha sido fatal. Yo no quería que acabara así. ¿O esperaba que todo este rito de seducción acabara en un baño de sangre, oliendo a whisky y mirándome el espejo, intentando quitarme esas manchas rojas dulzonas, que entran en mi boca, y me hacen recordar el porqué de que los vampiros absorbieran la sangre de sus víctimas. ¿Ese hombre con gabardina me a mirado mal?

Es una película que no entenderás, aunque la veas 5 veces. Creerás que la entiendes, pero no será así. Creerás que saber su objetivo, pero no será así. Creerás que sabes el porqué, pero volverás a tropezar en un bucle de preguntas sin respuesta, que te volverán más loco que el propio personaje, al que la vida al parecer le va genial fuera de su cabeza, pero dentro de ella es un tornado de muertes, que arrasa todo a su paso; una linda forma de describir la cabeza de un psicópata.

Christian Bale nos deja ver su estampa más oscura y macabra, con unos dotes asesinos y obsesivos que el manicomio sería un idílico lugar donde pasar las vacaciones, mientras un juego tormentoso, empieza en su cabeza, y le hace en ocasiones ser un firme pero compasivo jefe, y en otras un empresario frio, calculador, perturbador, dominador y que cree que el éxito es un don que se tiene que ganar con sudor y lágrimas, y los que no lo han conseguido, no se merecen pertenecer al club de la vida.

Un clásico americano, que nos adentra en las intrínsecas y vísceras de una persona que no sabe muy bien quien es, ni sabe lo que quiere aunque lo intente, torturando, drogando, asesinando, disparando, destripando, follando, pegando, despreciando y acabando un plan mental que ni acaba de empezar.

Ingeniosa, demente e incomprensible