Drácula, de Bram Stoker

Una extraña rareza, junto a una espeluznante lujuria y una dulce macabra melodía, que hace danzar a estas dos sintonías, en plena armonía, creando un film, de lo más irregular, asombroso y tenebroso.

Se ha recuperado de la tumba más oscura y profunda, un clásico monstruo del terror universal que es Drácula, para transformarlo en un amante empedernido, adicto a la sangre y a la impudicia carnal.

Estoy en contra, pero muy en contra, de que se utilice el sexo y escenas de desnudos eróticos en películas de terror. ¿Por que?-Me pregunto yo-. ¿Por que que el sexo va a dar miedo? ¿Es que acaso creen los guionistas y directores que emplean el sexo empedernido en sus películas de terror, que los espectadores padecemos alguna fobia sexual, que en cuanto se nos pone delante una escenas erótica, con cuerpos desnudos, saboreándose el uno al otro, en una danza calenturienta, nos estremecemos y nos acurruquemos en el suelo en posición fetal? Yo creo que la respuesta es un rotundo NO, tan rotundo como que, después del Lunes viene el Martes. En cambio, debo admitir que, las "demasiadas" escenas sensuales y lascivas que aparecen en esta película, han sido elegidas a la perfección, dando un toque al vaso que contiene erotismo, volcándolo sobre el mantel de lo sombrío y lo asustado.

Es una película que no volvería a ver hasta dentro de 2 o 3 años, por el mero hecho de que es lo que tarda mi cerebro en convertir las experiencias que se almacenan en mi memoria, en flash back, con carpetas, que ordenadas cronológicamente, te ayudan a encontrar el camino que sigue al siguiente recuerdo.

Es una película única y excéntrica, rara y anormal, especial y encantadora. Es una película que no a todos los públicos gusta, y que en esta ocasión ha pasado a pertenecer a la extraordinaria y grandiosa estantería que contiene films que jamás se te borran de la retina, porque se incrustan en las paredes de tu cráneo, formándose un hogar propio.

Debo de admitir que el reparto es excelente, el maquillaje ejemplar y muy adelantado a su época, el guión nada lineal, pero que no consigue que te pierdas durante su proyección, y un fondo aterrador y escalofriante que te hiela la sangre, haciéndote formar parte, de las congeladas llanuras de Transilvania. Los diferentes enfoques de cámara y las distintas, salidas y venidas de escenas y secuencias, hacen que no puedas ser tentado por el bostezo malintencionado.

Gótica, hermosa y expectante.